Recuerdo
perfectamente que por estas fechas siempre veíamos alguna versión de este
cuento. Un viejo rico, avaro. Se había vuelto huraño y desconfiado a causa de su riqueza y avaricia. A través de tres sueños
acaba convirtiéndose y cambiando su corazón. Por desgracia hay demasiada gente
en el mundo así, y no tienen ninguna visita nocturna que les haga cambiar. Pero
el otro día bautizamos a un niño, se llama Fernando, no tiene más que quince
meses, un niño rechazado por su familia, lo que aquí llaman un niño brujo. ¿Por
qué no está muerto? Pues porque conocían a Madeleine, una de nuestras
catequistas gando de Siki. Ella tiene un niño de la misma edad. La llamaron y
ella se lo quedó, se puso a amamantar a este niño junto al suyo, al final no
tenía suficiente leche para los dos y ha acabado en el centro de renutrición
infantil con los dos niños. Os puedo asegurar que la situación económica de
Madeleine y su marido es de miseria, se les ha caído la casa con las lluvias y
no tienen dinero para reconstruirla. Pero cuando se le planteó la cuestión de
acoger a ese niño, lo tuvo claro, “es un hijo de Dios y no lo podemos abandonar”.
No tiene miedo como el resto, se sabe protegida por el Niño que nos ha nacido,
vive una Navidad constante y la vive en la miseria, como lo hizo el Hijo de
María. Tuvimos hasta que darle algún trajecito digno para poder bautizar a la
criatura, pues no tenía ni para eso. Que gozada vivir la Navidad junto a gente
como Madeleine. Feliz Navidad a todos.
sábado, 31 de diciembre de 2016
jueves, 22 de diciembre de 2016
Preparar la Navidad
Cuando a finales de noviembre me volví de España, las calles
ya estaban iluminadas, las tiendas llenas de luces y cosas que comprar. En la
televisión había anuncios que mencionaban la Navidad pero cuyo destino era únicamente
vender y vender. Ya se intuían días de gastos y comilonas. Al llegar aquí todo
seguía igual, ni adornos, ni luces, pero con la ilusión de prepararse bien para
la Navidad. Ya había empezado el adviento y se nota en el ambiente de la gente
de las comunidades, confesiones, oraciones por los enfermos, reuniones con los
padres que quieren bautizar a sus hijos. Y también hay que decirlo, algún paño
con motivo navideño para hacerse alguna ropa nueva para la fiesta. Eso si los
que dispongan de unos diez euros para poderse hacer el traje completo. Los
motivos navideños no son otros que el Niño Jesús o la familia de Nazareth, no
comprenderían ninguna otra decoración de las que usamos por España. El día 24
todos los jóvenes estarán limpiando la Iglesia, instalando el Belén y poniendo
alguna decoración por la Iglesia. Esa noche bautizaremos a los niños menores de
cuatro años. Todo un acontecimiento que pasa desapercibido para la mayoría de
la población que no es cristiana. Os aseguro que los de la comunidad se
encargarán de transmitir el sentido profundo de la Navidad con alegría, cantos, cosas compartidas. Los críos y
los jóvenes llevan días preparando teatros, cantos y bailes para festejar la
tarde del 25. Una buena preparación nos lleva a vivir una buena fiesta.
sábado, 22 de octubre de 2016
Tan cerca y tan lejos
Fernando el primero por la izquierda |
Una de las cosas que siempre se me hacen más
difíciles de ser misionero es el día que abrazas y te despides de la gente
querida. La distancia es larga, en recorrido y en días de volver a verse.
Siempre está esa sensación extraña de saber si es la última vez que abrazarás a
ciertas personas, con la manía de creer que serán los más mayores los que a lo
mejor no volverás a ver. La muerte la vemos tan lejos y está tan cerca. Esta
mañana he recibido la dolorosa noticia de que mi cuñado Fernando ha tenido un
infarto, nada más y nada menos que en Laos. Ya no está entre nosotros físicamente,
pero siempre estará con nosotros, porque nos dejó todo su amor y cariño y eso
no se borra. ¡Cuánto echo de menos no poder estar junto a mi hermana y sobrinos
para abrazarles y darles todo mi cariño y apoyo! Pero eso es parte de la vida
de un misionero. Tengo la gran suerte de tener mucha gente detrás de mi y poder viajar lo
antes posible para reencontrarme con ellos y poder llorar juntos su pérdida.
Hay que vivir intensamente cada relación, que no se nos quede nada en el
tintero, sólo así viviremos muy cerca del corazón de la gente querida, a pesar
de que estemos lejos en la distancia. En la jazz band del cielo se ha
incorporado un excelente saxofonista, que siga sonando esa música celestial.
martes, 16 de agosto de 2016
Dura decisión
El otro día se acercó a la misión la abuela de
un niño que había nacido prematuramente. Por desgracia con una malformación
llamada eventración. Dicha malformación, en los países ricos, se suele detectar
en las ecografías y cuando los niños nacen, el equipo de cirujanos está
preparado para operarle y volver a meter todos los intestinos en su sitio. Pero
aquí las cosas no funcionan así. Lo primero es que en el hospital donde le
hicieron la cesárea a su madre, les dijeron que era una fístula. Eso sí, les
dijeron que tenían que llevar al niño al hospital de Tanguieta urgentemente.
Hasta el día siguiente no encontraron una moto para coger al recién nacido y
volvieron a casa. Cuando nosotros le vimos, lo primero que hicimos fue llamar a
la hermana encargada de prematuros del hospital. “Hermana, ¿merece la pena que
llevemos al niño hasta allí?” La contestación fue escalofriante. “Podéis
enviarlo pero no se va a salvar, probablemente morirá en el viaje”. Decirle a
una mujer que todo lo que podemos hacer por esa criatura recién nacida es
esperar, resulta duro. Sobre todo resulta duro para los que sabemos que en
nuestra tierra ese niño viviría sin más problemas. La mujer, con dolor, dijo
que si no se podía salvar, que entonces guardaba el dinero para poder sacar a
su hija del hospital. Junto a los de cáritas de la parroquia le dijimos que la
ayudaríamos, pero eso no me quitó de la cabeza durante la noche lo injusta que
resulta la muerte de esa criatura.
sábado, 30 de julio de 2016
Reuniones de jóvenes
Durante todo el año
los jóvenes de las dos comunidades más grandes se han estado reuniendo cada
viernes. Un viernes por separado cada uno en su pueblo, y el otro les llevo en
coche y los junto a todos en uno de los dos pueblos. Ahora en tiempo de
vacaciones escolares el número de participantes ha aumentado, pues todos los
que están estudiando fuera, al estar en su casa ayudando a las labores del
campo familiar, pueden asistir. Ayer estaríamos cerca de ochenta, no tantos
como en Cracovia, pero no estuvo mal. Los jóvenes tienen ganas de comprender,
de descubrir y de saber los por qué de las cosas. Viven intensamente cada
pequeño detalle y todas las dificultades y alegrías de la vida. Aquí no es diferente,
pero si son diferentes las vivencias y las maneras de afrontarlas. También se
plantean de manera muy seria que cuando se equivocan, deben seguir lo que el
Evangelio les dice, y viven con preocupación lo difícil que les resulta
hacerlo. Ya les digo que seguir el Evangelio no es fácil, que hay que ser
valientes y tomar opciones muy comprometidas. Que en su entorno no van a
entender que actúen conforme a esos valores y que se van a reír de ellos. Pero
eso no les amedranta. Aun así ser fieles en todo momento no es labor sencilla,
y reconocen sus errores. La pregunta que me hicieron ayer es ¿cómo podían
ayudar a los amigos que habían extraviado su camino? Pregunta que les pedí que
reflexionaran entre ellos el próximo día.
viernes, 15 de julio de 2016
Hablar bien del trabajo
Estamos en época de
lluvias, que no acaban de caer como debieran, pero poco a poco van dejándose
sentir. Tiempo de trabajo fuerte para poder comer luego el resto del año. Hay
que ir al campo a hacer las labores oportunas, para poder sembrar y al final
poder recolectar. Nuestra gente nos pidió que recuperáramos la tradición de
bendecir todo ese trabajo, lo que siempre se dijo bendecir los campos. Para
ello aportan cruces a la iglesia e incluso simientes, hacemos una oración que
habla del trabajo de los agricultores y posteriormente bendecimos con agua todo
ello. Luego plantan las cruces en los campos donde cultivan, lo cual les
recuerda durante su duro trabajo en Quien tienen que confiar y a Quien tienen
que dar las gracias por el don de la lluvia y de tener salud por poder trabajar
y poder comer. Actitud agradecida a Dios de esta gente en todo momento. Yo
supongo que muchos nos quejaríamos de tener que hacerlo todo a mano, como única
herramienta la azada, caminando horas para llegar al campo y sin muchos recursos
para poder abonar, o tratar los campos para proteger la producción. Bendecir
viene de hablar bien, estoy seguro que Dios bendice a esta gente por su
esfuerzo y su actitud positiva.
martes, 28 de junio de 2016
Miedo ante las desgracias
Hay
cosas en la vida de difícil explicación. El otro día tuve que ir a casa de
Timoté, tenía miedo y la razón era clara, sus dos últimas mujeres han muerto en
el parto. Para nosotros la explicación es fácil, una vez más la falta de
medios, de personal suficientemente preparado, de saber reaccionar a tiempo.
Todo eso ha hecho que en un parto con alguna complicación, las dos mujeres con
las criaturas que llevaban en el interior hayan muerto. Timoté querría no tener
miedo, pero en su entorno le dicen que el problema es que tiene malos espíritus
en la casa, incluso no le dejan volver a habitarla. El nos dijo que quería volver
allí y nos pidió que fuéramos a rezar a su casa y que su familia lo viera,
también que si podía bendecirle su hogar. Fuimos con la comunidad y rezamos,
pero no para expulsar los malos espíritus, sino para que la familia viviera
siempre junto al Señor, tuviera confianza incluso en los momentos más
difíciles. A los espíritus que se aparecen de noche los combaten con un cuchillo
y teniendo siempre un candil encendido. Por suerte los que creen en Jesús
recurren a su fe y la oración para combatir el miedo. Por supuesto le regalé
una cruz para que tuviera presente a Jesús en el hogar y una imagen de la
Virgen, eso siempre ayuda a recordar en quien confiamos.
sábado, 18 de junio de 2016
Conciencia libre
Esta
semana he viajado a una ciudad del norte a hacer diferentes gestiones y
visitas. Entre las visitas he saludado a Tierri, un joven de nuestra parroquia
que desde hace cuatro años es policía. Charlar con él resulta muy interesante,
a la vez que edificante y estimulante. ¿Por qué? Pues porque tiene una visión,
desde dentro, de toda la corrupción y de todas las injusticias que se cometen
por parte de la “autoridad” en este país. Hasta el día de hoy, el se niega a
entrar en esa dinámica, pero lo que es todavía más admirable, es que no se
calla la boca y cuando tiene que decir que algo es injusto o está mal hecho, lo
dice. Esto le está acarreando muchísimos problemas y castigos injustos dentro
de la policía, como arrestos semanales. Sus dos jefes y sus cobardes compañeros
(me dijo que había otros dos compañeros que hacían lo mismo que él) le
califican de mal camarada. Hay que tener caradura para ello. Pero es que gente
así es incómoda, pues con su actitud, cuestiona el comportamiento rastrero y
abusivo de los que lo hacen mal. A la pregunta de si sufre, me dijo que sí,
pero que ya se va acostumbrando a los castigos, que sus jefes están
desesperados porque no pueden hacer nada más contra él, y que al final, el
piensa, que ganará la verdad. Que no le importa sufrir, que prefiere todo eso a
no poder dormir con la “conciencia libre”. La gente que no defiende la verdad,
un día acabará estallando pues las injusticias serán cometidas contra ellos y
no lo aguantarán. Por ahora es incapaz de hacer otra cosa, eso es lo que ha
aprendido desde pequeño y eso es lo que le exige su fe en Jesús. Ser cristiano
exige tener la conciencia libre de culpa.
martes, 31 de mayo de 2016
Ser responsables desde pequeños
Foto tomada por Alvaro de Noreña |
El pasado sábado tuvimos el encuentro de los
críos de la parroquia, un número aproximado a los cuatrocientos. Cada vez
vienen más los pequeños, pues es un encuentro que les permite mostrar lo que
viven durante el año en sus pueblos. Cantamos, bailamos, rezamos, hacemos
catequesis y celebramos la eucaristía. Todo ello se realiza en un gran ambiente
de fiesta, no podía ser de otro modo. Esta vez quería remarcar algo que ya he
comentado en otras ocasiones, pero que no deja de llamarme la atención. No es otra
cosa que la responsabilidad que muestran desde muy pequeños estos críos con sus
obligaciones y labores. Organizar el desayuno y la comida para tantos niños es
difícil, y por supuesto no tenemos boles y platos para tantos, por lo que hay
que ir limpiándolos para que pueda comer el siguiente turno. Dejamos dos
barreños con agua para hacer la limpieza, y no hubo que dar muchas
explicaciones para que cada uno, cuando iba terminando de desayunar, fuera
limpiando lo que había usado. Ellos saben que si no lo hacen, entonces es el
siguiente el que tiene que limpiar lo que ellos han ensuciado, y eso no está
bien, no es solidario, y mucho menos cristiano. A tan tierna edad entienden las
cosas básicas del Evangelio mejor que nosotros, y son capaces de acoger y ser
solidarios sin mucha complicación, y por supuesto sin excusas para no hacerlo.
Han descubierto que ser responsables consiste esencialmente en cuidar unos de
otros.
lunes, 23 de mayo de 2016
Buscando el Amor de Dios
El viernes pasado, aprovechando la luna llena,
hicimos una peregrinación con la gente de nuestra parroquia hasta la puerta de
la misericordia de nuestra diócesis. A dicha peregrinación se sumaron otras
parroquias. La hicimos por la noche para intentar evitar el excesivo calor,
aunque fue una noche de bochorno. La gente estaba deseosa de encontrarse con la
Misericordia de Dios y de hacer un esfuerzo, en mi opinión grande, para
encontrarla. Unos treinta y cinco kilómetros de distancia teníamos que recorrer
por senderos y caminos de tierra, sólo los dos últimos eran por asfalto.
Salíamos a las ocho de la tarde con un nutrido grupo de gente, jóvenes,
adultos, mujeres con sus niños en la espalda, ancianos. Gente alegre y con
ganas de compartir la experiencia, pasaban de los cuatrocientos los que
participaban de nuestra parroquia. Ya podéis imaginar el calzado, o sandalias o
descalzos. Yo eché en falta tener los pies como ellos, pues me surgieron las
indeseadas ampollas y mi peregrinación terminó a los veintiséis kilómetros, los
últimos los hice en el coche escoba. Realmente emocionante era ver las caras de
ilusión y alegría que tenía la gente, y eso que era de noche. Como se ayudaban
y se preocupaban los unos por los otros. Cortaban ramas para hacer bastones,
cargaban con los bultos de aquellos a quienes les fallaban las fuerzas. Cogían
de la mano a quien no llevaba buen ritmo. A lo largo del camino fuimos
encontrando y viviendo el Amor de Dios, la delicadeza, la ternura, los pequeños
detalles que hacen de la convivencia algo maravilloso y no una tortura. La
llegada al santuario, sin haber dormido en toda la noche y con el cansancio que
llevábamos, fue muy alegre. La gente se
confesó con profundidad y la celebración de la Eucaristía estuvo emotiva. Yo
debo reconocer que alguna cabezada me pegué durante la homilía, pues me pudo el
sueño.
viernes, 15 de abril de 2016
¿Aventura o derroche?
El miércoles por la tarde, cuando acabábamos de volver de
nuestra salida en bici con los jóvenes por la Pascua, aparece en la misión un
chico de Nueva Andalucía (Málaga) con su bici cargada de alforjas y con una
pinta de curtido por el sol y por el cansancio bastante curiosa. Venía desde
España, había atravesado el Estrecho de Gibraltar en piragua y pretendía llegar
hasta Sur África con la bici. Todo esto no lo más recto posible, sino donde le
fuera guiando la intuición y las ganas de compartir su vida con la gente de
este continente. Ya lleva seis meses de andadura y más de doce mil kilómetros.
Al contárselo a los lugareños las reacciones fueron de asombro y admiración,
los comentarios de lo más diversos, muchos insinuaron si estaba un poco mal de
la chaveta. Pero me quedé con el comentario de un joven, “es mal gastar el tiempo y el dinero”. Me
resultó curiosa su forma de ver la cuestión, pues para ellos es inconcebible poder
hacer eso, cuando cada día tienen que madrugar para poder sobrevivir ellos y su
familia. Cogerse dos días ya es un lujo, pero tanto tiempo es imposible. Está
claro que cierto tipo de aventuras es imposible poder vivirlas cuando uno es extremadamente
pobre. Pero el acoger, dar cariño y desear lo mejor a Santi, tal y como él nos
ha contado, por todo África, sigue siendo algo al alcance de su vida y que los
africanos nos dejan de hacer. Esperemos que Santi llegué a buen puerto sin
contratiempos y que la experiencia de compartir con nuestra gente haya
enriquecido su vida. Que Dios le guarde en el camino.
jueves, 31 de marzo de 2016
Marie Claire
Esta
Pascua hemos bautizado a 116 adultos. Entre ellos se encontraban tres peul, una
etnia nómada que se va asentando. Es complicado tener peul bautizados, pues su
religión es el islam y suelen ser polígamos. A mí me tocó bautizar a Marie
Claire, una joven que lleva unos años en casa de las monjas aprendiendo a ser
auxiliar de enfermería, una chica que tiene dificultades con el francés, pero
que es seria y muy competente en su trabajo. Tanto la hermana enfermera, como
la asociación de médicos franceses que apoyan el dispensario, están encantados
con el trabajo que realiza. El otro día fue a saludar a la familia para
comunicarles que se bautizaba, toda su familia es musulmana, a todos les
pareció normal, pues lleva unos cuantos años con las monjas, pero la abuela
preguntó cuándo volvería a casa para ayudarla. Parece que antes de llegar a
trabajar con las monjas se dedicaba a ser la sirvienta de la abuela. De hecho
ésta dijo que la necesitaba para que le limpiase la choza y le hiciese la
comida. Ese es el futuro de muchas jóvenes que no tienen acceso a estudiar o a
acceder a alguna formación, hasta que encuentran un marido. Con el marido
siguen siendo las sirvientas, pero con la alegría que le pueden dar hijos. Marie
Claire viene a diario a la celebración pues ha encontrado sentido a su vida y
libertad junto a Jesucristo. Todo un
honor haberla bautizado.
martes, 15 de marzo de 2016
Reciclar
El otro día cuando hacía deporte con la bici,
me encontré un grupo de mujeres que iban a pescar. Gran sorpresa para mí, pero
descubrí que en uno de los ríos que está seco, hay un par de zonas donde el
agua queda retenida y donde, según estas mujeres, hay peces. Allí iban con sus
redes artesanales a meterse dentro del agua y pescar. Yo estuve esperando un
buen rato para ver como lo hacían, pero tenían que esperar a que estuvieran
todas para poder comenzar, se juntan mujeres de tres pueblos en ese lugar, todo
está bien organizado. Durante la espera me fije que había redes hechas al
estilo tradicional. Pero que otras habían usado las mosquiteras, que se
distribuyen para protegerse durante la noche de las picaduras de los mosquitos,
para hacer sus redes de pesca. Espero que fueran mosquiteras que ya estaban
viejas, o quizá no. En cualquier caso esas mujeres habían decidido que era
mejor usarlas para encontrar algo de comer, que usarlas para protegerse ellas y
sus hijos de la malaria. Una cosa está clara y no podemos dudar, aquí lo del
reciclaje está muy asumido, casi nada se tira, pues todo tiene algún que otro
uso posterior. Normalmente lo que nos falta es reciclar nuestras ideas y
nuestra forma de pensar. Estamos en tiempo de cuaresma, buen tiempo para
reflexionar si cada uno debemos reciclarnos y mejorar nuestra relación con el
medio ambiente, con los demás y con Dios.
sábado, 27 de febrero de 2016
Ancianas agradecidas
Por los caminos, en esta época, vas encontrando algodón caído
de los camiones por todas partes. Los compañeros me contaron que antes las
ancianas recogían ese algodón para poder tener un poco de dinero, pero que eso
había ido desapareciendo, lo cual era signo de evolución del país. Este año me
he encontrado a dos ancianas recogiendo el algodón caído de los camiones,
circunstancia que me ha hecho reflexionar. ¿Cuántas cosas dejamos caer en nuestro
caminar por la vida? ¿A cuántas cosas no les damos valor? ¿Cuántos sueños y
esperanzas abandonadas en la cuneta? Pero siempre hay gente mucho más
necesitada que nosotros, que viven en la miseria y están dispuestos a recoger
cualquiera de nuestros desperdicios, gente que aprovecha hasta lo más mínimo.
Gente que lucha por cada sueño, por cada pequeña esperanza que se presenta cada
día. Gente que sigue apreciando los pequeños regalos que da la vida. Gente a la
que no se le caen los anillos por volver a tener que hacer trabajos que
parecían haber desaparecido, pues es lo único que tienen. Mientras sigan
pasando esos grandes camiones, símbolo de la opulencia, derramando lo que les
sobra, habrá ancianas dispuestas a agradecer a Dios esa oportunidad para poder
sobrevivir.
lunes, 8 de febrero de 2016
Treinta y un años después
Ayer por la tarde,
cuando acababa de hacer el rezo de vísperas, recibí una llamada telefónica de
Jean, el presidente de los jóvenes que es de Siki. Me dice que está siguiendo
un elefante, y como es lógico yo le pregunto dónde está, pues pienso que ha ido
a alguno de los dos parques nacionales del país. No, está en su pueblo y el
elefante ha tomado dirección hacia Fo-Boure. Así que cojo la moto, la cámara de
fotos y me dirijo corriendo hacia allí. Efectivamente, un enorme paquidermo,
con un colmillo roto, corre delante de la gente que le sigue con excitación y
emoción. Estos animales están en su país, los ancianos los veían con
frecuencia, pero fue desapareciendo casi toda la fauna, y estas cosas sólo
pasan de vez en cuando. De hecho la última vez que habían visto un elefante
solitario pasar por aquí fue en 1985, hace treinta y un años. Para todos los
habitantes de la zona fue un regalo a la vista, la alegría se notaba en los
gritos que pegaban, aunque al pobre animal más bien le asustaban. Gracias a
Dios no estaba herido, pues eso les convierte en muy peligrosos, y tampoco se
sintió acorralado. Todo acabo a la caída del sol, entonces hubo que dejarle
seguir su senda, en busca de un lugar más tranquilo.
viernes, 29 de enero de 2016
Moderna esclavitud
Estamos en la época de recogida y venta de
algodón. Dicen que el algodón de Benín es de los de mejor calidad y toda la
producción sale para la exportación, normalmente a Estados Unidos, aunque
también sale para China. Trabajo duro y mal pagado, pero el gobierno hace
campañas y presión para que los agricultores lo siembren. A cambio recibirán
ayudas de los países interesados en comprarlo. Estos países establecen el
precio del mercado mundial de algodón, que es bajísimo, por lo que los
agricultores, una vez descontados los gastos, no ganan casi dinero y en
ocasiones pierden. Muchos agricultores han empezado a dejar de plantarlo, pero
entonces el gobierno pone normas para que el precio del maíz u otros productos
no suba y también se encuentren con dificultades para poder conseguir algo de
dinero. Otra de las maniobras que hacen es que el precio de los fertilizantes y
pesticidas los pone el gobierno. Si tienes algodón te lo venden mucho más
barato que si no has sembrado. Como dice Jaques, cocinero de Bembereke,
seguimos siendo los mismos esclavos que recogemos el algodón, pero ahora no nos
tienen que dar de comer y curar. Nos han devuelto a nuestra tierra, con el
mismo trabajo, por nada o casi nada y somos nosotros los que tenemos que
procurarnos el alimento, la casa, cuidar la salud. Mientras tanto, cuatro
dirigentes corruptos siguen llenándose los bolsillos con la connivencia de los
poderosos del mundo. Aun así, nuestra gente sonríe y disfruta la vida empobrecida,
por lo menos ya no les dan latigazos.
miércoles, 13 de enero de 2016
Material escolar
Gracias
a la fundación Crecer Jugando, nos llegó a la misión material escolar de
primera necesidad, sobre todo para las escuelas bombón, que son los jardines de
infancia de aquí. No es fácil que los críos asistan a tan tierna edad a la
escuela, sin embargo lo vemos esencial, pues comienzan a aprender sus primeras
palabras en francés, empiezan a leer y escribir alguna cosa, hacen sus primeras
sumas, y también comienzan a saber compartir con más chavales estando en grupos
numerosos. Dentro del aprendizaje del compartir, nos parece básico que sepan
hacerlo con estos artículos de “lujo” que hemos entregado a unas cuantas
escuelas, muñecas, camiones de plástico, etc. Algún director nos pidió que le
entregáramos las cosas para regalárselas a los críos con motivo de la Navidad.
Pero les dijimos que eso no motivaría a los críos a compartir y tampoco a
asistir a la escuela. Sin embargo, si todo eso se queda en el entorno escolar
los críos irán con ganas al cole y también se sumará algún nuevo alumno. Sigue
emocionando ver como los críos reciben estas cosas sencillas con una sonrisa de
oreja a oreja, y eso que no es propiedad particular, sino para compartir.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)