sábado, 30 de septiembre de 2017

Clarisse

 El pasado día 7 del presente, una chica de uno de los pueblos que pertenecían a nuestra parroquia, hizo los primeros votos temporales en su congregación, las oblatas catequistas pequeñas servidoras de los pobres. Una chica estudiosa sin dificultad en el bachillerato, con pretendientes, pero que tenía su vocación clara. Difícil decisión para una chica africana el no tener hijos, pues la maternidad es algo esencial en sus vidas. Hablar con Clarisse sobre su vocación es algo que le llena a una de alegría y de esperanza. Tiene claro que quiere estar entre los más pobres y servirlos. Lo ha visto alrededor suyo, gente abandonada, maltratada, viviendo en la miseria, sin poder comer, sin poder acceder a cualquier tipo de formación. Ella quiere transformar su realidad, no busca notoriedad, ni un camino de reconocimiento y buena posición, simplemente ser dócil a la llamada y estar atenta a los que más la necesitan. Esta congregación que en tiempos tuvo muchas vocaciones, ahora no tiene tantas, de hecho Clarisse es la única que ha terminado de su promoción. Son las hermanas que tienen abierto el centro para niños desnutridos en la parroquia, además de consulta pediátrica, internado de niñas y a partir de este año comienzan colegio maternal y de primaria. Clarisse por ahora está destinada en el sur. Sería una alegría verla por aquí, aunque como tiene capacidad, espero que la manden a estudiar enfermería, a ella le gusta el tema de la sanidad y creo que está preparada para ello.

sábado, 2 de septiembre de 2017

El fenómeno fan

Cuantas veces se habla de los fans, seguidores acérrimos de grupos de música, actores, equipos. Aquí tampoco nos falta ese fenómeno, pero el problema es que son fans de charlatanes, gente que les toma el pelo, todo porque suelen tener miedo debido a la ignorancia. Un fan no es otra cosa que un fanático de algo, y ya sabemos lo que pueden hacer los fanatismos mal orientados. Hace unas semanas, en el pueblo de Seeru, intentaron imponer a todo el mundo que pagara un dinero para ir a ver al charlatán de Wasa Maro, del que ya os he hablado. Cuando me preguntaron los de la comunidad católica, yo les recordé que para nosotros, debido a nuestra fe, estaba prohibido participar y colaborar con esas cosas. Pero los que se empeñaban en obligarles les amenazaron con quitarles las puertas de las casas, y si aun así se negaban les quitarían las motos. Así lo hicieron, pero hubo unos cuantos jóvenes valientes de la comunidad que se resistieron. Como no podía ser de otra forma yo les apoyé y lo puse en conocimiento de las autoridades. Al final, no sin dificultades y disgustos, todo ha vuelto a la normalidad. Los fans son capaces de saltarse las normas, reglas y leyes, solo con el fin de conseguir lo que quieren, imponiendo a todo el mundo sus ideas. Por suerte hay gente en el mundo que es capaz de reflexionar y revelarse ante tales injusticias. Y también, como Iglesia, debemos ser valientes a la hora de defender a los más desprotegidos.