sábado, 31 de diciembre de 2016

Cuento de Navidad

Recuerdo perfectamente que por estas fechas siempre veíamos alguna versión de este cuento. Un viejo rico, avaro. Se había vuelto huraño y desconfiado a causa  de su riqueza y avaricia. A través de tres sueños acaba convirtiéndose y cambiando su corazón. Por desgracia hay demasiada gente en el mundo así, y no tienen ninguna visita nocturna que les haga cambiar. Pero el otro día bautizamos a un niño, se llama Fernando, no tiene más que quince meses, un niño rechazado por su familia, lo que aquí llaman un niño brujo. ¿Por qué no está muerto? Pues porque conocían a Madeleine, una de nuestras catequistas gando de Siki. Ella tiene un niño de la misma edad. La llamaron y ella se lo quedó, se puso a amamantar a este niño junto al suyo, al final no tenía suficiente leche para los dos y ha acabado en el centro de renutrición infantil con los dos niños. Os puedo asegurar que la situación económica de Madeleine y su marido es de miseria, se les ha caído la casa con las lluvias y no tienen dinero para reconstruirla. Pero cuando se le planteó la cuestión de acoger a ese niño, lo tuvo claro, “es un hijo de Dios y no lo podemos abandonar”. No tiene miedo como el resto, se sabe protegida por el Niño que nos ha nacido, vive una Navidad constante y la vive en la miseria, como lo hizo el Hijo de María. Tuvimos hasta que darle algún trajecito digno para poder bautizar a la criatura, pues no tenía ni para eso. Que gozada vivir la Navidad junto a gente como Madeleine. Feliz Navidad a todos.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Preparar la Navidad

Cuando a finales de noviembre me volví de España, las calles ya estaban iluminadas, las tiendas llenas de luces y cosas que comprar. En la televisión había anuncios que mencionaban la Navidad pero cuyo destino era únicamente vender y vender. Ya se intuían días de gastos y comilonas. Al llegar aquí todo seguía igual, ni adornos, ni luces, pero con la ilusión de prepararse bien para la Navidad. Ya había empezado el adviento y se nota en el ambiente de la gente de las comunidades, confesiones, oraciones por los enfermos, reuniones con los padres que quieren bautizar a sus hijos. Y también hay que decirlo, algún paño con motivo navideño para hacerse alguna ropa nueva para la fiesta. Eso si los que dispongan de unos diez euros para poderse hacer el traje completo. Los motivos navideños no son otros que el Niño Jesús o la familia de Nazareth, no comprenderían ninguna otra decoración de las que usamos por España. El día 24 todos los jóvenes estarán limpiando la Iglesia, instalando el Belén y poniendo alguna decoración por la Iglesia. Esa noche bautizaremos a los niños menores de cuatro años. Todo un acontecimiento que pasa desapercibido para la mayoría de la población que no es cristiana. Os aseguro que los de la comunidad se encargarán de transmitir el sentido profundo de la Navidad con alegría, cantos, cosas compartidas. Los críos y los jóvenes llevan días preparando teatros, cantos y bailes para festejar la tarde del 25. Una buena preparación nos lleva a vivir una buena fiesta.