domingo, 30 de abril de 2023

Egoísmo

 

El lunes de pascua aquí hay mucha costumbre de celebrar la Galilea, por aquello de que en la resurrección el ángel dice id a Galilea y allí le veréis. ¿En que consiste? Pues cada año vamos a un pueblo distinto de la parroquia, la gente va andando, y allí celebramos todos juntos la eucaristía, luego un refrigerio ofrecido por la comunidad del pueblo que acoge y de nuevo a casa. Este año hemos ido a Berudaba, donde por primera vez en su historia tenían bautizos y los hicimos el lunes de pascua. Toda una alegría para toda la parroquia. Como eran adultos y parejas, incluyó los correspondientes matrimonios. Uno de los que se bautizaba era el catequista del pueblo, que además se casaba con su mujer, que era ya bautizada en otro pueblo. Lo normal es que su familia le ayudase en todo, en las cuestiones de la dote y en la celebración, pero fue todo lo contrario. Sobre todo le ha ayudado la familia que formamos la Iglesia, y de manera especial los de la comunidad del pueblo más cercano, que es una comunidad grandecita. Todo salió de maravilla y fue una alegría para todo el mundo, excepto para los hermanos del catequista que lloraban de rabia porque todo había salido bien. Llevan años abusando de él, respecto al trabajo y la repartición de las cosechas. No querían que se casase, porque sabían que esto suponía que, como estaba cansado de ellos y del mal trato, al casarse iba a buscar tierras para independizarse del resto de la familia y poder dar de comer dignamente a su mujer e hijo. Me pareció increíble tanto egoísmo, en su caso está claro que no se han enterado que Dios ha resucitado, es verdad que no son cristianos, pero Dios vive para todos.

jueves, 6 de abril de 2023

Amor fraterno

 


Hoy es la gran fiesta del Amor, donde todo un Dios decidió partirse y repartirse por nosotros, dándonos su vida y dándonos ejemplo de servicio. Pero parece como si en el mundo hubiéramos decidido llevarnos mal, no entendernos y pleitear continuamente. Siempre con disputas, guerras, violencias por doquier, terrorismos, asesinatos, violaciones de todo tipo de derechos. No es que esta zona de África esté muy bien últimamente, de hecho, está bastante mal y cada día con más riesgo de contagiarse todos los países donde nos encontramos. No es fácil el diálogo con ciertas personas de otras religiones. Sin embargo, ayer recibí la visita de un padre con cuatro hijas. Musulmán, observante del ramadán, que venía a saludarme, a presentarme a sus hijas y a desearme una feliz Semana Santa. De hecho, él está casado, por lo que me contó, con una mujer católica, y una de sus hijas a decidido ser católica, y él no se lo impide. Hay signos de amor fraterno cuando, a pesar de las diferencias, somos capaces de querernos y hablarnos con cariño, visitarnos y desearnos lo mejor. No todo está perdido. Cristo sigue presente en el corazón de mucha gente, aunque no lo sepan, y en la mesa compartida de la eucaristía.