Recientemente y debido al harmatán, que es el
viento del norte, vamos del desierto, hemos tenido por aquí una ola de frío que
nos ha dejado tiritando. Los termómetros por la mañana llegaban a señalar unos
quince grados, por lo que ahí nos teníais a todos bien tapaditos para que los
catarros no fueran a más. Las noticias escuchadas de tanta violencia por el
mundo y la persecución contra los cristianos también nos helaban el corazón. Pero
al mismo tiempo hemos tenido durante diez días a los catecúmenos de la parroquia
en la misión. En diversas tandas han estado unos setecientos. Con su ilusión,
alegría, ganas sinceras de seguir a Cristo y animándonos a los que se supone
que estamos en ese camino desde hace tiempo. Gente sencilla, pobre, que duermen
en esteras, se lavan con el cubo que les dejamos en la misión y comparten los
platos para comer. En definitiva, los sencillos de los que habla Jesús, son
ellos los que entenderán verdaderamente el mensaje de Amor y Paz que necesita
este mundo. Alguno acabó en el hospital de vuelta a casa por tener accidente de
moto, pero por fortuna todos han acabado bien. Ante la frialdad de este mundo,
el calor humano, que se consigue con el amor sincero, es la única solución.
lunes, 26 de enero de 2015
lunes, 5 de enero de 2015
Manifestarse, una buena manera de comenzar
Ayer
domingo celebrábamos la fiesta de la Epifanía en Fo-Bouré. En España lo haréis
mañana día 6, igual que en muchas partes del mundo. Dios se manifiesta, sale a
la calle, se reivindica y nos ilumina como una estrella para decirnos que hay
una manera más sabia de vivir. Donde gente de todos los rincones del mundo
pueden hacer las cosas en común, igual que los hicieron los magos de oriente.
Que se puede vivir en paz y armonía. Para ello es importante tomarse un poco de
tiempo y reflexionar sobre cómo vivimos. La buena gente de mi parroquia de
origen rezó por esta misión para despedir el año y nosotros desde aquí rezamos
por ellos. El primer día del año celebramos la misa a las ocho de la mañana,
manifestando que el Mensajero de la Paz está presente en medio de este mundo
donde parece que la violencia, el miedo y la injusticia prevalecen sobre los
valores positivos. Ver que ayer terminaban la sesión de formación 355 chavales,
de los que van al colegio, para seguir su catecumenado es una manifestación
clara de que Dios sigue tocando el corazón de mucha gente que quiere cambiar el
mundo desde los valores del Evangelio. Debemos quitar el miedo de nuestra vida,
esto nos hace libres. Así lo demuestran la minoría de católicos en esta tierra,
que manifiestan su fe sin pudor y con alegría.
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