lunes, 26 de enero de 2015

Ola de frío, calor humano


Recientemente y debido al harmatán, que es el viento del norte, vamos del desierto, hemos tenido por aquí una ola de frío que nos ha dejado tiritando. Los termómetros por la mañana llegaban a señalar unos quince grados, por lo que ahí nos teníais a todos bien tapaditos para que los catarros no fueran a más. Las noticias escuchadas de tanta violencia por el mundo y la persecución contra los cristianos también nos helaban el corazón. Pero al mismo tiempo hemos tenido durante diez días a los catecúmenos de la parroquia en la misión. En diversas tandas han estado unos setecientos. Con su ilusión, alegría, ganas sinceras de seguir a Cristo y animándonos a los que se supone que estamos en ese camino desde hace tiempo. Gente sencilla, pobre, que duermen en esteras, se lavan con el cubo que les dejamos en la misión y comparten los platos para comer. En definitiva, los sencillos de los que habla Jesús, son ellos los que entenderán verdaderamente el mensaje de Amor y Paz que necesita este mundo. Alguno acabó en el hospital de vuelta a casa por tener accidente de moto, pero por fortuna todos han acabado bien. Ante la frialdad de este mundo, el calor humano, que se consigue con el amor sincero, es la única solución.