viernes, 29 de abril de 2011

Celebrar la Pascua, cosa de ciclistas

 El pasado lunes convocamos a los jóvenes de la parroquia para hacer un encuentro y celebrar juntos la Pascua. La idea era que cada uno saliese de su pueblo en bici y juntarnos todos en el mismo lugar. Antes les habíamos dado una reflexión para que la trabajasen y ponerla en común ese día. Juntamos a más de cien chavales y todo fue de maravilla, el ambiente fue inmejorable. Nos dimos cuenta que aunque en los institutos hay muchas más bicis, estas no son de los cristianos, muchos chavales no pudieron venir por falta de bici. Está claro que tenemos una comunidad muy pobre. Hicimos unos cuarenta kilómetros entre ir y volver, pero hay que decir que el tiempo se portó bien y no hizo calor excesivo. Me ha sorprendido una vez más, ver como chavales en su primera adolescencia y jóvenes ya más maduros viven con una alegría y una intensidad enorme su fe. Teníais que haberlos visto cantar y bailar. Cómo nos contaron que tienen que defenderse de la mayoría, pues en el instituto se meten con ellos y les dicen que se hacen cristianos porque los sacerdotes les regalamos comida. Gracias a Dios sólo les regalamos la fe, pues los huertos, las instalaciones de agua, la electricidad, etc; los montamos para los pueblos enteros y les llega a todos independientemente de su religión. Pero aun así, ellos manifiestan su fe sin miedo y sin complejos, son minoría, pero están orgullosos de seguir a Cristo. La verdad es que para mí volvió a ser un encuentro con el Resucitado a pesar del cansancio.

domingo, 24 de abril de 2011

Ver a Dios resucitado es algo muy real

Noche de Vigilia Pascual, día de Resurrección, han sido dos días intensos, días donde he podido vivir con emoción las celebraciones. Emocionante es oír el anuncio de la resurrección en baatonum, fulfulde, itamari, francés e inglés. Emocionante es ver que uno vuelve de las celebraciones con el coche cargado de mangos, ñames, pollos vivos, huevos y otras cosas que nos han regalado como agradecimiento, regalos de gente muy pobre. Emocionantes son las celebraciones donde todo el mundo participa activamente, cantando, bailando, haciendo los gritos típicos de alegría de cualquiera de sus fiestas. Emocionante es ver como al bautizarles van a ponerse un traje nuevo pues saben que son hombres y mujeres nuevos. Pero nada de eso tiene importancia si no fuera por la gente con la que celebramos, por la apuesta seria que hacen por su fe. Entre estos dos días hemos bautizado a ciento ochenta  y tres nuevos adultos en la fe, hemos casado a varias parejas, hay unos cuantos que han recibido por primera vez la comunión. Ayer me preguntaba si tenía sentido que Dios diera la vida por la Humanidad. Aquí descubro que tiene todo su sentido. Los bautizados, por abrazar la fe, son en muchas ocasiones expulsados de sus familias, se les quitan las tierras, se les niega el trabajo. Aun así cuando les preguntas si están seguros de querer bautizarse, dicen que sí. Hay gente joven, pero también gente mayor a las que les preguntamos por qué se complican la vida a tan avanzada edad y te contestan que quieren seguir a Jesús con una sencillez y con una seguridad asombrosas. Una chica tuvo un problema, este consistía en que el chico con el que se quería casar le dijo que si se bautizaba él no quería saber nada de ella, ayer por la noche la bauticé. En esta tierra los cristianos son minoría. Pero bendita minoría, con que alegría celebran su fe, con que emoción escuchan que Dios está vivo y que vive por ellos. Una emoción muy profunda me llena cuando veo la apuesta de vida que hacen, ser cristiano aquí no es un convencionalismo o una tradición, es una auténtica apuesta de vida y sólo se puede hacer si descubres a Dios resucitado en tu vida.

sábado, 23 de abril de 2011

Vivir la pasión apasionadamente

 Ayer Viernes Santo recordábamos el vil asesinato del Inocente. Por saberse Hijo de Dios y proclamarlo. Por proclamar que los pobres morían de hambre y que la injusticia imperaba con demasiada facilidad en el mundo. Ayer los cristianos de nuestra parroquia acompañaron la cruz apasionadamente, conscientes de que Jesús había muerto en la cruz por ellos, con lágrimas en los ojos por no entender tanto dolor. Ellos que sufren un montón de injusticias en sus propias carnes se sienten identificados con el Dios cristiano. Hay cosas que les ocurren que es mejor no contar, pero que os puedo asegurar que os harían llorar de rabia y dolor. Estos cristianos son perseguidos y menospreciados, presionados por la sociedad y la familia, aun así entre hoy y mañana vamos a bautizar a ciento ochenta y dos adultos. También quieren hacer pública su filiación a Dios. Veo claramente el sentido de la muerte de Cristo en la cruz de manera muy cercana. Merece la pena entregar la propia vida en favor de quien nos necesita.

viernes, 22 de abril de 2011

Lavar los pies ¿Sólo un símbolo?

 Hace unos años que realizo este gesto de Jueves Santo en la celebración, pero siempre me he preguntado si sólo es un símbolo de los muchos que realizo, o es algo más. Confieso que siempre ha sido para mí emocionante poder repetir lo que hizo Cristo con sus apóstoles, me parece un regalo. Pero Cristo no se quedó ahí, sino que la noche continuo con su prendimiento y la entrega de su vida al día siguiente. Este año, como ningún año anterior, al realizar este gesto me he sentido muy identificado con el texto evangélico, y no porque aquí sea tan real lo de que quien está limpio no necesita nada más que lavarse los pies que se han llenado de polvo por el camino. Sino porque al ponerme a los pies de esta gente, ancianos, jóvenes, niños, he sentido de manera muy especial esa llamada a servir a los más pobres de la Tierra. Sólo espero que en el día a día no me venza la pereza y el egoísmo y poder entregarme del todo a estos hermanos nuestros.

martes, 19 de abril de 2011

Domingo de Ramos vivido con alegría

 El pasado domingo tuve la suerte de poder celebrar con dos comunidades esta fiesta litúrgica. Hay que tener en cuenta que de media, en nuestra parroquia, no llega al cuatro por ciento el número de cristianos. Lo digo porque los cristianos son mirados con recelo, porque son menospreciados y porque a diferencia de las otras religiones imperantes, no hacemos muchas muestras públicas de nuestra fe, y cuando se hacen son motivo de burla. Aun así, ver con que ilusión, con que alegría, con que energía, hacen su procesión de las palmas bajo un sol asfixiante, es algo que emociona. No se limitan a hacer un recorrido corto, sino que orgullosos de la fe que profesan, o están comenzando a descubrir, hacen un recorrido largo en el que cantan y bailan, en el que los gritos típicos de alegría se escuchan con frecuencia. Uno se siente pequeño y muy mediocre en medio de esta gente que se juega más de lo que pensamos al hacerse cristianos. Fue un día agotador, el sudor recorría todo mi cuerpo durante las celebraciones y la sensación de deshidratación era grande, pero la verdad que todo lo compensaba al ver como celebra esta gente las fiestas de nuestra fe. Como remate final me encontré el coche pinchado para volver a casa, pero por supuesto no me dejaron mover un dedo y una vez más, a pesar de estar tan cansados y con tanta sed como yo, les faltó tiempo para cambiarme la rueda.

martes, 12 de abril de 2011

La humildad único camino para la reconciliación

Con Alejandro ayudándole en las celebraciones penitenciales
 Vivimos en un mundo convulso, lleno de guerras y violencias, de desigualdades e injusticias. Esto es fruto de que cada uno nos instalamos en nuestras verdades, pensamos que sólo lo que nosotros defendemos y vivimos es lo deseable para todos. Casi nunca damos la razón a los demás e intentamos imponer nuestra manera de pensar. Que gran soberbia la que cada uno de nosotros experimentamos, en el fondo nos creemos mejores que los otros y pensamos que no necesitamos de nadie. En medio de todo este análisis que hago, que como siempre al generalizar cometo faltas contra los que nunca actúan así, me encuentro con mucha gente que comete errores, que reconoce que no vive conforme a la construcción de un mundo más fraterno y humano. Gente que reconoce que sus propios fallos les hacen daño y hacen daño a los demás. Es por eso que con una enorme humildad, descalzándose antes de ponerse de rodillas delante del sacerdote si están bautizados, o delante de la cruz si no lo están, piden perdón a Dios y le piden que les ayude a vivir de acuerdo a lo que creen. Al confesarse saben seguro que Dios les va a ayudar a vivir mejor su vida, pues aunque se reconocen con muchos fallos, uno que no tienen es creer que no necesitan del perdón de Dios para mejorar.

sábado, 2 de abril de 2011

Cántico a las criaturas



 Con motivo del cuarenta aniversario de nuestro hermano Luis Ángel fuimos al parque nacional de Pendjari, que significa río fuerte. Este parque hace frontera con Burkina Faso. Allí hemos podido disfrutar del regalo de la naturaleza, de lo bien y bellas que ha hecho las cosas Dios. Se veía claramente la cadena alimenticia y como unos y otros se comportaban para sobrevivir. Lo que nos diferencia a los seres humanos de los demás animales es que ellos matan para comer, nosotros en ocasiones lo hacemos por placer, o por búsqueda de poder. Al otro lado del río Pendjari, durante estos días está habiendo una revuelta militar que se ha cobrado varios muertos y que tiene a todo Burkina en estado de alerta. Un poco más lejos, en Costa de Marfil, primer productor mundial de cacao, la guerra civil sigue haciendo estragos, el martes mataron en un poblado a ochocientas personas y está habiendo un montón de saqueos y violaciones. Hay criaturas del Señor, hermanos nuestros, cuyo cántico es el llanto, la llamada desesperada a la ayuda de sus semejantes. Dice el bueno de S. Francisco: “loado sea mi Señor por toda criatura…” Pues así lo hemos vivido en Pendjari, pero también así lo intentamos vivir en nuestro día a día sirviendo a nuestras comunidades para que su cántico sea de alabanza y no de continuo sufrimiento. Sigue habiendo demasiada gente olvidada en nuestro mundo y sólo nos acordamos de ellos si, por su causa, nos puede faltar algo a nosotros.