sábado, 30 de diciembre de 2017
Abraham, otro inocente
lunes, 18 de diciembre de 2017
Yohana
![]() |
Nathalie, Yohana y Pascal |
El pasado día uno termino el curso de nueve
meses que los nuevos catequistas tienen que hacer en una población más al norte
de la nuestra. Entre los tres que este año enviamos de la parroquia, uno de
ellos era de la etnia gando, casado y con dos hijos, todavía joven. Normalmente
para ir al curso de formación deben saber escribir y leer baribá, Yohana (que
significa Juan) es de lengua peulh, por lo que su baribá era bastante
deficiente. Pero él estaba animado y asumimos el riesgo. La consecuencia es que
en el pequeño pueblo de Gamagui, por primera vez tienen un catequista bien
formado que no viene de fuera. La alegría de los pocos cristianos de ese pueblo
es enorme, están viviendo con ilusión renovada esta nueva etapa. Yo es la
primera vez que vivo esto en la misión, y eso que ya llevo un tiempo. Ahora
toca esperar para ver los frutos. Gente muy sencilla, pobres entre los pobres,
así es el pueblo de Gamagui. Pero ver ese pequeño grupo, que se reúne semanalmente
para rezar y compartir su fe, cuando todo el pueblo les mira con socarronería
por lo que hacen, es algo que realmente emociona. Sólo espero que sigan
fiándose de Dios y estén unidos, seguro que al igual que yo había visto
antes, vendrán un segundo, tercero y muchos más catequistas para esta comunidad.
jueves, 30 de noviembre de 2017
Confiar
Acabamos de entregar un proyecto a una ONG española
para que nos continúe ayudando como viene haciendo hasta ahora. La ONG en
cuestión es muy seria y hace las cosas bien. No sé si por política interna,
aunque pienso más bien que son exigencias de cómo se hacen las cosas en España
y por el mundo actual, piden un montón de papeles y facturas, todo debe estar
muy bien explicado y nada puede quedar al azar. Todos pensamos que eso es lo
normal, pero a mí me hace reflexionar, sobre cómo estamos construyendo el
futuro de nuestro planeta. Creo que la desconfianza se ha instalado en nuestras
instituciones (cosa normal con tanta corrupción y pillería como hay por el
mundo) pero me preocupa que se haya instalado también en nuestros corazones.
Hasta ahora éramos los misioneros los que presentábamos estos proyectos, pero
se me ocurrió que había que confiar en la gente local y que mi lucha sería
porque las instituciones españolas acabaran confiando en ellos también. Para
ello hay que darles una oportunidad, formarles y, cómo no, exigirles que hagan
las cosas correctamente. El primer envite lo han superado con creces, han hecho
un gran trabajo a la hora de presentar el proyecto y el resultado ha sido
magnífico, otra cosa será que la ONG nos diga que tenemos que corregir algunas
propuestas, pero nadie nace sabiendo. Yo he confiado en ellos y eso les ha
animado y han creído en sus propias posibilidades. Es la única manera de crear
adultos y gente responsable, si les damos siempre todo, entonces no serán
capaces de gestionar sus vidas como es debido. A la vez, tengo que decir que
sigue habiendo mucha gente que confía en lo que hacemos por esta parte del
mundo, incluso empresas, y que no nos piden nada más que hagamos lo que tenemos
que hacer, e incluso nos agradecen nuestra labor. Lógicamente, desde aquí
siempre daremos cuenta de cómo empleamos sus dineros y por supuesto
agradeceremos su confianza.
martes, 14 de noviembre de 2017
Ser consecuente y aceptar consecuencias
Ya
de vuelta a la misión después de un tiempo de vacaciones, y después de tres
semanas de ir tomando el pulso a las diferentes cuestiones que se viven por
aquí. Me encuentro por desgracia que el tema de Seeru, pueblo en el que
presionaron a la gente para pagar al charlatán, ha tenido sus consecuencias
negativas para alguno de los que no quisieron renunciar a lo que creían y
pensaban que debían hacer. Es el caso de Alain, maestro en la escuela. Aquí en
las escuelas de primaria, por desgracia, no hay suficientes maestros del
estado, por lo que los padres de alumnos tienen que hacerse cargo del sueldo de
ciertos maestros para que puedan dar clases a todos los chavales. Alain llevaba
varios años siendo maestro en su pueblo, según el director del centro, el mejor
maestro y el más serio de los que tenía. Pero Alain ha tenido la “desgracia” de
ser consecuente con lo que creía que debía hacer, fue a uno de los jóvenes a
los que les quitaron la puerta de casa y la moto. Como yo denuncié la situación
en la gendarmería, la manera de vengarse del pueblo ha sido negándose a que
siguiera trabajando en la escuela. Por lo que por no dar mil francos cefas por
aquella cuestión, ha perdido su sueldo de treinta mil francos mensuales. Pero
no ha perdido su dignidad, ni su fe, ni nadie le podrá pisotear cuando quiera
defender lo que le parezca que está bien. No se ha vendido por el dinero, ni
tembló cuando le amenazaron con hacerlo. Ha sido valiente defendiendo lo que
para él es importante. Por desgracia hay demasiada gente que sabe que hay una
gran masa social en el mundo que es capaz de renunciar a cosas esenciales por
dinero.
sábado, 30 de septiembre de 2017
Clarisse
El pasado día 7 del presente, una chica de uno
de los pueblos que pertenecían a nuestra parroquia, hizo los primeros votos
temporales en su congregación, las oblatas catequistas pequeñas servidoras de
los pobres. Una chica estudiosa sin dificultad en el bachillerato, con
pretendientes, pero que tenía su vocación clara. Difícil decisión para una
chica africana el no tener hijos, pues la maternidad es algo esencial en sus
vidas. Hablar con Clarisse sobre su vocación es algo que le llena a una de
alegría y de esperanza. Tiene claro que quiere estar entre los más pobres y
servirlos. Lo ha visto alrededor suyo, gente abandonada, maltratada, viviendo
en la miseria, sin poder comer, sin poder acceder a cualquier tipo de
formación. Ella quiere transformar su realidad, no busca notoriedad, ni un
camino de reconocimiento y buena posición, simplemente ser dócil a la llamada y
estar atenta a los que más la necesitan. Esta congregación que en tiempos tuvo
muchas vocaciones, ahora no tiene tantas, de hecho Clarisse es la única que ha
terminado de su promoción. Son las hermanas que tienen abierto el centro para
niños desnutridos en la parroquia, además de consulta pediátrica, internado de
niñas y a partir de este año comienzan colegio maternal y de primaria. Clarisse
por ahora está destinada en el sur. Sería una alegría verla por aquí, aunque
como tiene capacidad, espero que la manden a estudiar enfermería, a ella le
gusta el tema de la sanidad y creo que está preparada para ello.
sábado, 2 de septiembre de 2017
El fenómeno fan
Cuantas veces se habla de los fans, seguidores acérrimos
de grupos de música, actores, equipos. Aquí tampoco nos falta ese fenómeno,
pero el problema es que son fans de charlatanes, gente que les toma el pelo,
todo porque suelen tener miedo debido a la ignorancia. Un fan no es otra cosa
que un fanático de algo, y ya sabemos lo que pueden hacer los fanatismos mal
orientados. Hace unas semanas, en el pueblo de Seeru, intentaron imponer a todo
el mundo que pagara un dinero para ir a ver al charlatán de Wasa Maro, del que
ya os he hablado. Cuando me preguntaron los de la comunidad católica, yo les
recordé que para nosotros, debido a nuestra fe, estaba prohibido participar y
colaborar con esas cosas. Pero los que se empeñaban en obligarles les
amenazaron con quitarles las puertas de las casas, y si aun así se negaban les
quitarían las motos. Así lo hicieron, pero hubo unos cuantos jóvenes valientes
de la comunidad que se resistieron. Como no podía ser de otra forma yo les apoyé
y lo puse en conocimiento de las autoridades. Al final, no sin dificultades y
disgustos, todo ha vuelto a la normalidad. Los fans son capaces de saltarse las
normas, reglas y leyes, solo con el fin de conseguir lo que quieren, imponiendo
a todo el mundo sus ideas. Por suerte hay gente en el mundo que es capaz de
reflexionar y revelarse ante tales injusticias. Y también, como Iglesia,
debemos ser valientes a la hora de defender a los más desprotegidos.
miércoles, 16 de agosto de 2017
Martine
Ayer
fue la fiesta de la parroquia, y un año más recibieron la primera comunión los,
por ahora, pocos que estaban bautizados de pequeños. Este año teníamos un caso
especial, Martine. Esta mujer, madre de siete hijos, no llegó a hacer la
primera comunión en su momento, las circunstancias las desconozco, pero sí sé
que se casó a muy temprana edad con un hombre que no era católico. Al no hacer
su matrimonio por la Iglesia, no pudo comulgar. Su marido empezó las
catequesis, pero la vida es caprichosa y murió muy joven, dejándola con cinco
hijos. Ella volvió a casa de sus padres, que son nuestros vecinos. Aquí
encontró otro hombre, no el más adecuado, con el que tuvo dos hijos más. Entre
todos estos avatares, ella nunca dejó su fe y fue fiel a la oración y la misa.
Uno de sus hijos entró hace tres años al seminario, y ella decidió dejar la
relación que tenía con el hombre que estaba. Con gran alegría para nosotros,
hace tres meses nos pidió poder recibir la eucaristía, y nos dijo que ya no
tendría más relación con aquel hombre. Así que ayer, a sus cuarenta y cinco
años, recibió por primera vez el Cuerpo y la Sangre de Cristo, de manera
sencilla y discreta, como es ella, celebró con gozo la fiesta. Por la noche
nos trajo una gallina para que celebráramos su alegría.
lunes, 31 de julio de 2017
Poder sonreir

sábado, 22 de julio de 2017
Pequeños evangelizadores

martes, 27 de junio de 2017
Presencia Real
Hace
un par de domingos celebramos el Corpus. Procesioné con el Santísimo por las
calles de cuatro pueblos. No había alfombras, ni bandas de música, tampoco
desfiles militares ni grandes ornamentos, no había banderas en los balcones,
pero es que tampoco hay balcones. Por las calles de tierra, había excrementos de
bichos y de niños, orines, bolsas de plástico y mucha basura. La gente nos
miraba con cierta extrañeza, o simplemente seguían en su labor cotidiana. Las
comunidades seguían con ilusión y respeto la custodia que yo portaba, los niños
se agolpaban para estar cerca. Los cantos eran alegres y el calor intenso. En
medio de todo ese bullicio cada vez siento más real la presencia Real de
Cristo. Lo sigo viendo en la eucaristía, pero también en los niños que van
descalzos y mal vestidos, en los ancianos que visten harapos y están en los
huesos, en la gente que sufre a diario por carecer de lo básico, en la sonrisa del joven,
en los niños que van protegidos en las espaldas de sus madres, en los pequeños
que corren y ríen alrededor de la custodia, en tantos y tantos detalles de la
vida cotidiana que muestran la ternura con la que Dios, de manera muy humilde,
hace Real su presencia.
miércoles, 14 de junio de 2017
Viva los novios
El
pasado sábado tuve la dicha de poder casar dos jóvenes bautizados, sin hijos,
cada uno vivía en sus respectivas casas familiares. Desde que estoy por estos
lares, es la primera vez que he vivido este acontecimiento. El viernes por la
noche hicieron el matrimonio tradicional, en el cual la familia y amigos del
novio van a buscar a la novia a su casa, en este caso de otro pueblo, la traen
a la habitación donde vivirán juntos y hacen una serie de ceremonias con la
novia, como lavarla de cuerpo entero; por supuesto eso es labor de las mujeres.
Es noche de fiesta, donde el novio no puede ver a la novia, ella va tapada con
un velo.
Al
día siguiente celebramos la misa con el sacramento, ella va tapada con el velo,
pero le pedí que se lo quitase para poder celebrar los esponsales. Al terminar
la celebración hubo discursos, agradecimientos. Y Jean, el nuevo esposo,
antiguo presidente de los jóvenes, habló certeramente. Animó a los jóvenes a
casarse, a no tener miedo, a que el problema de la dote no les detuviese. Pero
por supuesto, que no les detuviese las nuevas modas y las inseguridades. Dijo
que ellos se habían animado los primeros, y que esperaba que muchos otros se
animaran después.
El camino hasta aquí no ha sido fácil, pues la boda se
ha hecho esperar más de un año, primero la familia de Jean dio a la familia de
Celine la dote, que es para demostrar que él la va a cuidar bien, son cosas
para ella. Cuando parecía que todo estaba hecho, la familia de Celine no decía
la fecha, tuve que ir con Jean hasta el pueblo de ella a preguntar si había
algún problema. La cuestión es que la novia no puede ir a su nueva casa sin el
ajuar, boles, platos y demás cosas para el hogar, y para eso hace falta dinero.
Por fin todo se arregló y tenemos un nuevo hogar cristiano.
martes, 30 de mayo de 2017
Un año más

sábado, 13 de mayo de 2017
Juan Pablo

domingo, 30 de abril de 2017
Acogedoras petitas
Al poco tiempo de mi llegada a Benin tuve la
suerte de conocer en Natitangou a las hermanas franciscanas de la pequeña familia
de María, una congregación panameña que lleva en Benín quince años. El nombre
es muy largo, por lo que por aquí las llamamos las petitas. Gente sencilla,
acogedora, cariñosa, con ternura y mirada limpia. Siempre ilusionadas con sus
proyectos y sobre todo con la vida de oración. Cada vez que alguien venía a
visitarme, normalmente conocían a estas buenas amigas, y todo el mundo se sintió
como en casa, pues nos abrían las puertas de su hogar como si fuéramos alguien más
de su familia. Por desgracia las hermanas han sido reclamadas por el obispo de
origen para que vuelvan allí. Les obligan a cerrar la misión, son de derecho diocesano
y no pontificio. Con gran dolor de corazón tienen que obedecer, aunque no
entiendan la decisión, pero no se van de vacío. Han dejado, con su presencia a
lo largo de estos pocos años, un recuerdo muy especial en medio de sus gentes,
son mujeres que han sabido amar desde la sencillez de S. Francisco y con la
humildad y acogida de María. Tienen una chica que acaba de hacer los votos
temporales, a ella le han ofrecido quedarse en Benín, pues es lugareña, y
buscarle alguna solución, u otra congregación donde poder vivir su vocación.
Pero Chimene, que es como se llama, es valiente y está enamorada de su
vocación, así que también se va a Panamá, por lo menos a intentarlo. Es la
riqueza de la Iglesia, sabemos que no importa donde estemos, pues siempre nos
encontramos en familia. Una vez más la vida nos enseña que toca separarse de
gente a la que has cogido cariño y amado, pero la misión continua para todos.
sábado, 22 de abril de 2017
Dar valor a las cosas
Un año más celebramos la Pascua, el Señor ha resucitado, está
vivo, y junto con los jóvenes de tres parroquias quisimos manifestarlo el otro
día. ¿Cómo? Pues haciendo nuestra ya tradicional salida de Pascua con las
bicis. Esta vez fuimos a una parroquia vecina, la de Tobre. Parroquia que
pertenece a otra diócesis e incluso a otra región, pero que es de cultura baribá.
Allí el nuevo párroco no había conseguido movilizar mucho a los jóvenes, así
que se nos ocurrió montar esta movida allí para animarlos. Fuimos con los
jóvenes de nuestra parroquia y los de la parroquia de Sinende. En total
participaron 172 jovenes, no está mal el número. Hizo un calor terrible, lo
cual hizo la marcha más dura. No es que hagamos una gran fiesta con grandes
medios, pero sí que aportamos ilusión y alegría. La gente de Tobre, su rey a la
cabeza, junto al imán y la población valoraron y agradecieron nuestra
presencia.
Como veis en la foto este chaval fue con esa bici, un poco
pequeña para la ocasión y sobre todo para hacer en dos días 66 kms. Pero la
cosa no queda ahí, si os fijáis bien es una bici vieja, de esas con sillín de
cuero con agujericos. La bici tendrá unos cuarenta años, una BH de esas
antiguas, indestructible, que por supuesto en España ya nadie valoraba, sin
embargo aquí, es un tesoro, sobre todo porque es sólida y no se rompe como las
que pueden adquirir aquí. Lo que unos no quieren, para otros son tesoros.
viernes, 31 de marzo de 2017
Florentine
Con 15
años recién cumplidos, bautizada el año pasado y tenía que confirmarse esta Pascua, encontró la muerte por culpa de las supersticiones, las ignorancias y
sobre todo, porque de todo ello siempre hay alguien que se aprovecha y saca
tajada. En un pueblo de la alcaldía vecina, un joven (que era maestro de
escuela sin titulación) decidió que tenía poderes para curar y poder expulsar
malos espíritus. También para liberar de la brujería a cualquier persona que lo
fuera. Su técnica comienza por golpear, en algún caso hasta la muerte del
individuo, a la persona aquejada por algún mal, luego les da brebajes que se
inventa, como por ejemplo sangre de una cabra mezclada con sangre de una
gallina (esto lo hizo el otro día en nuestro pueblo). Les golpea con una vara
especial que ha hecho. Esta gente, que tiene miedo, y ha nacido en creencias
de este tipo, se agarra a un clavo ardiendo cuando se trata, no de una
enfermedad real, sino de algún problema que tienen en la vida. Hay que echar la
culpa a alguien, y es en ese momento cuando empiezan las acusaciones de brujería,
las envidias y los celos llevan a muchas de esas acusaciones. El rumor de los
poderes sobrenaturales del susodicho se va extendiendo, y acaba apareciendo
gente de lugares lejanos a verle y a tratarse. El chico se está haciendo de
oro. Como muchos de los males que aquejan a la gente que asiste son
psicológicos y en realidad no hay enfermedades sino miedos, ellos vuelven a
casa creyéndose curados. Si de verdad hay alguna enfermedad, rápido descubren
que no ha habido ninguna sanación milagrosa, entonces vienen a nosotros para
que les ayudemos. La madre de Florentine acusa a su cuñada de brujería y no se
le ocurre otra cosa que coger a sus hijas y llevarlas al tipo este. Florentine
fue sana hasta allí, al tiempo tuvo que volver urgente al pueblo pues se
encontraba muy mal, allí relato que este hombre le había pegado y dado unas
cosas a beber. Rápidamente la intentaron llevar al hospital, pero no llegó y
fue en el camino donde la encontré. Sigo rebelándome profundamente contra todas
estas injusticias y sobre todo porque veo que de los más débiles siempre hay alguien
que abusa y se aprovecha, que difícil es sacar ciertas ideas de la cabeza
cuando se han mamado desde la infancia.
sábado, 11 de marzo de 2017
¿Aceptar lo inevitable?
Está
resultando duro el comienzo de la cuaresma. El jueves después de la ceniza tuve
que enterrar a Frederic, un crío que ocho meses muerto por una anemia, la cual
estaba producida por una malaria sin curar. El primer domingo de cuaresma
enterré a Juliene, mujer de avanzada edad, la cual llevaba un tiempo enferma,
pero por supuesto sin ir al médico, aquí cuando uno es mayor acepta que la vida
se apaga. El miércoles recibo la mala noticia de España que mi tía Mari Carmen
había fallecido por tres ictus consecutivos, con los mejores medios y haciendo
todo lo que se pudo por ella. Ese mismo día al volver de Bembereke, de mis
clases de baribá, me encuentro en el camino una chica de catorce años que se
acababa de morir en una moto cuando la llevaban hacia el hospital. Al pararme
me doy cuenta que es una chica de la comunidad de Siki, que este año tenía que
hacer la confirmación. Me toca cargarla en el coche, pues no les hace gracia
tocar una chica tan joven muerta. La llevé a su pueblo y allí nos enteramos que
por en medio había cuestiones de acusaciones de brujería. Pero de eso escribiré
en otro blog. De remate ayer recibo la noticia de que mi tío Carlos había
muerto de repente yendo al baño. Cuaresma es un camino de conversión, de
reflexionar sobre nuestras vidas y de cambiar aquello que no hacemos bien, que
no pensamos bien, que no vivimos bien. Una de las certezas de la vida es que
somos limitados y que algún día nos llegará la muerte. En ocasiones me rebelo,
cuando la gente se muere por falta de medios o por ignorancia. Pero no hago lo
mismo cuando seres muy queridos mueren sabiendo que se ha hecho lo que se ha
podido, o porque la muerte ha sido repentina. Hay que ser humildes para aceptar
la muerte con dignidad, sin culpar a nadie. Es parte de nuestra existencia. Hay
que ser humildes y aceptar lo inevitable, somos limitados. Se tenga fe o no, la
certeza de que nuestra vida es finita la tenemos. Si se tiene fe, siempre se
vive con la Esperanza de terminar la cuaresma de la vida para poder comenzar la
Pascua de la Resurrección.
martes, 28 de febrero de 2017
Gente necesaria
![]() |
Jean Noel con mujeres de nuestras cooperativas |
Hace unos días nos
visitó el nuevo párroco de Tobre. Tobre es la parroquia vecina a treinta
kilómetros de casa, pero ya pertenece a otra región y a otra diócesis. Jean
Noel es un hombre agradable, de la etnia otamari que sufre con el baribá igual
que yo. Durante la conversación en la comida, me contó una historia sobre su
parroquia ciertamente interesante. La parroquia de Tobre estuvo once años
cerrada por falta de sacerdotes, y eso que había sido una de las primeras en
abrirse por los misioneros SMA en la región. Era una situación negativa para
los católicos de la parroquia, por lo que el imán de Tobre, juntó a unos cuantos
católicos y se fue a ver al obispo, que vive a unos 120 kilómetros por pistas,
para decirle que no podía seguir así la situación, que era imprescindible que
enviase un pastor para los católicos de la zona. Que eso haría mucho bien a
toda la población. Cuando estamos en un mundo donde cada uno mira sólo por sus
intereses, cuando parece que el islamismo radical quiere imponerse a cualquier otra
forma de pensar, resulta que sigue habiendo gente buena en nuestra sociedad.
Quizá si tuviéramos una mirada limpia como la del imán de Tobre, si supiéramos
estar atentos a las necesidades de los que nos rodean como lo hizo este buen
hombre, quizá podríamos construir un mundo mejor. Más gente como él necesita el
mundo. La cuestión llegó al nuncio, el cual envió un sacerdote del sur hasta
ese pueblo perdido en medio de la nada.
jueves, 16 de febrero de 2017
Bendita pobreza
El fin
de semana pasado estuvimos en la primera peregrinación, sólo de niños,
organizada por la diócesis, en el santuario de Nuestra Señora de la Paz. Esta
nueva iniciativa hizo que se doblase el número de niños respecto a otras
peregrinaciones, tuvimos más de dos mil seiscientos niños. A parte de decir que
fue agotador, por su intensidad y animación, debo remarcar que sigue
sorprendiéndome gratamente el ver como estos chavales se movilizan para pasar
dos días juntos. Como llegan en camiones y furgonetas, donde van de pié y pasan
bajo el duro sol un par de horas o tres. Pero no es para jugar al fútbol o cualquier
otro tipo de competición como las que hay en España. Están deseando juntarse
para compartir su fe, sus cantos y bailes a Dios, para poder rezar juntos y
sentir que no están solos o en minoría como les pasa en sus pueblos. No tienen
ninguna pereza a la hora de asistir a la catequesis, o de rezar delante del
Santísimo, y como no, de rezar el rosario por el pueblo comiendo una cantidad
de polvo que se te mete en los pulmones y no te deja casi respirar. Adoran la
fiesta y pasárselo bien, pero no se olvidan de lo esencial que es compartir lo
más profundo y serio que tienen en sus vidas, la fe. Alguno podrá decirme que
es porque tienen pocas opciones, y tampoco tienen otro tipo de distracciones,
entonces no me queda otra cosa que responder, bendita pobreza.
jueves, 2 de febrero de 2017
Jóvenes desinteresados
El sábado pasado tuve
la alegría de ver como los jóvenes de la parroquia llegaron a la misión para
limpiarla y adecentarla. No era la primera vez que lo hacían, pero hace
bastante tiempo que esto no ocurría si no era por motivo de una reunión o
fiesta. Pregunté a qué se debía el retomar esta acción. Me dijeron que habían
decidido que por lo menos una vez al mes, tenían que hacer este servicio a la
comunidad, y que limpiarían el entorno de la misión y también de la iglesia. Lo
hicieron a conciencia y se reunió un grupo grande. Entre ellos los había de
todas las edades y condiciones. También Romaric, un chaval con una discapacidad
en una pierna y que tiene que andar con una muleta, estaba allí barriendo y
recogiendo. El pasado martes celebramos D. Bosco, santo que dedicó su vida a
los jóvenes y nos pidió que los tratásemos con cariño y paciencia. Aunque no se
puede negar que nos dan disgustos, también se ve que tienen un corazón grande y
desinteresado en muchas ocasiones.
miércoles, 18 de enero de 2017
Robos
Gilbert desenvainando soja |
Últimamente, y por
desgracia, estamos sufriendo una ola de robos. El mismo día de Noche Buena nos
forzaron todas las puertas de la misión, por suerte no consiguieron robar nada.
Pero aunque eso parezca grave, lo que realmente es preocupante es lo que le está
ocurriendo a los campesinos con los que vivimos. Siempre ha habido pequeños
robos y la gente sufría por eso. Pero en la actualidad nos dicen que la
cuestión empieza a ser de calado. El número de robos está aumentando y a unas
cuantas personas les han quitado todos los sacos de cereales que tenían en el
campo. Sacos que habían cosechado gracias al esfuerzo de toda la familia
durante la sesión de lluvias. Sacos con los que tenían que sobrevivir a lo
largo de todo el año, hasta que la nueva sesión de lluvias, que comienza en el
mes de junio, les vuelva a dar la posibilidad de sembrar y poder cosechar a
partir del mes de septiembre. También les roban los cuatro carneros que tienen,
las gallinas, etc. La gente está cansada, ya no saben qué hacer. Se están
planteando dejar los pueblos e ir a vivir al campo continuamente, pues les
roban hasta los ñames (tubérculos) que tienen ya enterrados para la siguiente
cosecha. A perro flaco todo son pulgas, dice sabiamente un refrán español.
Esperemos que aparte de todos los abusos que sufren por parte de las
autoridades, desaparezcan también todos estos amigos de lo ajeno. Por suerte,
aunque les quitasen la vida, nos les podrán quitar la fe.
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