martes, 30 de mayo de 2017

Un año más

 El pasado sábado 20 de mayo volvimos a reunir a los niños de la parroquia, este año lo hicimos en Wari. Los de ese pueblo estaban preocupados pues les dijimos que irían alrededor de cuatrocientos chavales, y no nos equivocamos, estuvieron tres ciento noventa chavales. Más los que había del pueblo que no pagaron la inscripción. Este año participaron chavales de algunos pueblos que llevaban tiempo sin venir, y también vinieron por primera vez chicos de Gamagui, un pequeño pueblo gando. Hubo un grupo que vino a pie, pues no tenían medio de transporte, unos diez kilómetros de caminata, los recogimos para la vuelta y los llevamos en nuestros coches, estaban bastante cansados después de toda la actividad del día. Durante el día reflexionamos sobre la importancia de ser valientes a la hora de transmitir el evangelio, que aunque fueran niños y pobres, tenían lo mejor que se puede ofrecer, a Jesús. Que en su medio no les sería fácil, pero que con alegría y amor todo se puede hacer. La verdad es que ver sus caras llenas de entusiasmo es una gozada. Poder unirse, es algo que les recarga las pilas. Los de Wari se pegaron un palizón, pero no faltó de nada y los críos pudieron comer bien. Hubo un camión que no vino a recoger a los chavales de tres pueblos y al final tuvimos que buscar otro. Cuando quisieron llegar a casa eran las once de la noche. Pero por suerte todo el mundo llegó bien y sin incidentes, aunque un poco cansados. Reconozco que estos críos agotan, pero dan vida.