Desde
la diócesis este año le han querido dar un impulso a la pastoral juvenil, y con
ese motivo nos han propuesto a las parroquias desarrollar un tema cada mes. En
el mes de noviembre el tema a desarrollar era sobre la economía. Gracias a Dios
tenemos en la parroquia un chico que ha estudiado económicas y le pedí que
diera esas charlas de formación. La perspectiva desde la que las hemos hecho es
hablando de una economía de base, de cada casa. Por desgracia nuestra gente
vive al día, muchas veces pidiendo dinero por adelantado. Como podéis imaginar,
los que prestan dinero no suelen ser almas de la caridad y buscan beneficios
enormes, por lo que los paisanos, una vez recolectado todo el fruto de la
tierra y después de pagar deudas, se quedan muchas veces con una mano delante y
otra detrás, para empezar de nuevo a pedir préstamos que les es imposible
devolver. Tampoco son muy duchos a la hora de saber prever los distintos
imprevistos que puedan venir lo que aumenta su pobreza. Una manera de solucionarlo
es darles un poco de formación y abrirles los ojos y el entendimiento para que
sean capaces de gestionar lo poco que tienen de una manera más eficaz. No
sabíamos que repercusión tendrían las charlas, pero lo cierto es que no sólo
asistieron jóvenes, también la gente de más edad. Todos quedaron satisfechos y
agradecidos, de hecho nos hemos visto obligados a dar esa charla en más foros,
pues la gente la demanda. Que todo sirva para poder mejorar un poco la vida de
esta gente, que no creo que lleguen a ser ricos, pero que cuidando un poco las
cuentas de cada día podrán llegar a hacer cosas que ni se imaginan. Deseando a
todos los que seguís este blog que el año que va a empezar traiga más justicia
y paz a nuestro mundo.
lunes, 30 de diciembre de 2019
viernes, 29 de noviembre de 2019
Misioneros
Siempre que pensamos en los misioneros y en su
importancia, pensamos en esa gente que ha salido de Europa o Norte América para
ayudar en los países más empobrecidos de la tierra y llevar la Buena Noticia.
El pasado mes de octubre hubo una convocatoria especial para recordarnos a
todos, que la misión es una labor de cada bautizado. El último domingo de
octubre nos juntamos las parroquias de Sinende y Fô-Bouré para meditar, rezar y
celebrar nuestro ser misionero. La respuesta de la gente fue espectacular, la alegría
de estar juntos, se sentirse familia, de saber que queda mucho por hacer. Ser
conscientes de que hay una Buena Noticia que anunciar, y de que hay que dar
testimonio de ese Amor que Dios ha sembrado en cada uno de nuestros corazones,
podía sentirse durante la tarde del sábado y la mañana del domingo en el que
tuvo lugar nuestra peregrinación misionera. Nuestra gente sencilla y
empobrecida, entiende perfectamente que su vida tiene mucho más sentido cuando
son solidarios, capaces de dar su tiempo y su vida por los otros, y también
cuando son capaces de compartir los pocos recursos de que disponen. Les llena y
les hace felices. Estos misioneros que hay aquí son los que nos evangelizan a
los que venimos de fuera. Dios ya estaba presente en medio de estas gentes
antes de nuestra llegada.
jueves, 31 de octubre de 2019
El alcohol
Un gran problema entre muchos hombres y
jóvenes de nuestra zona es la ingesta excesiva de alcohol. De hecho el
alcoholismo es una realidad, por desgracia, demasiado frecuente. Podemos dar
mil explicaciones al por qué de este fenómeno, falta de motivaciones, ningún
entretenimiento, cuestión un poco cultural. En el caso de los jóvenes, pues los
mismos motivos que en España, por hacerse el mayor al principio, pasarlo bien,
desinhibirse; a lo que hay que añadir, que muchos no tienen grandes expectativas
de futuro cuando salen de la universidad. El mayor problema es que no está mal
visto socialmente, e incluso les hace gracia ver a los borrachillos de turno.
Les dan dinero para beber, pero no se lo darían para comer.
En
medio de este clima, debo decir, que gracias a Dios, hay gente que quiere salir
de este problema, que se hacen conscientes de lo grave que es, y que han puesto
los medios para dejar de beber. Hay dos catequistas que llevan más de un año
sin probar una gota, y hace poco otro más también ha dejado la bebida; estos
son ayudados por un catequista de otra parroquia que sufrió la misma adicción y
que ya lleva muchos años sin probarlo.
Dos
jóvenes de la parroquia, que se encontraban realmente hundidos y en una
situación límite, por fin pidieron ayuda. Les hemos comprado un tratamiento a
base de infusiones y otros productos naturales que venden en un centro de
rehabilitación en Cotonou, y les hemos enviado a otra misión, donde los
compañeros, muy amablemente, los han acogido y les están siguiendo de manera
estricta para que no beban. Por supuesto, durante el tiempo que están allí, van
charlando con ellos y trabajando de dónde viene el problema. Es una gran
alegría para toda la parroquia.
lunes, 30 de septiembre de 2019
Musa y Clementine
Hace poco tuve la alegría de casar por la Iglesia a
Clementine con Musa, una boda mixta o de disparidad de cultos. Musa es musulmán
y ha aceptado que su mujer se case con él por el rito católico, de hecho lo ha
aceptado muy bien. Ha asistido a todas las reuniones que le hemos propuesto y
acepta que Clementine eduque en la fe católica a sus hijos. Es algo que debería
ser normal, aceptar a la persona que quieres con todo lo que es y cree. Pero
aquí es un hecho extraordinario, sobre todo si se trata de una pareja joven.
Muchas veces no es culpa del chico, sino que su familia es la que suele
obligar a convertirse al islam a la chica. Por eso dimos las gracias durante la
celebración a Musa, por querer y respetar las creencias de su mujer, porque seguro
que esto le habrá traído más de una discusión con su familia. La comunidad
estaba encantada, son pocos y este hecho les anima a ver que se pueden cambiar
ciertas mentalidades. Y si valiente ha sido él, valiente ha sido ella, pues se
ha mantenido firme en sus creencias, no se ha dejado influir ni amedrentar por
la familia política. De hecho esta boda estaba prevista para principios de
julio y la hemos acabado haciendo a primeros de septiembre. El camino no ha
sido fácil, pero ha merecido la pena. Cuanto mejoraría el mundo si fuéramos
capaces de anteponer el respeto y el amor al otro por encima de nuestros propios
deseos.
sábado, 31 de agosto de 2019
Mientras hay vida
Cecile es una chica de 19 años que arrastra esta
extraña enfermedad hace tiempo. La tripa se le llena de agua. Ya le han vaciado
varias veces, y eso la hace mejorar un poco, pero luego vuelve a llenársele. Le
hicimos pasar consulta con un médico francés, el cual tras consultar el caso
con especialistas, nos propuso un tratamiento y dijo que si no funcionaba
tocaría operarla. Es una operación delicada que tiene una mortandad en Francia
entre el 20 y el 30 por ciento. Una vez más, en este caso la madre, el entorno prefirió
pensar que era cosa de malos espíritus, interrumpieron el tratamiento, y
empezaron a deambular de un charlatán a otro. Incluso fueron al exorcista de la
diócesis, que por lo menos la envió al hospital a que la mirasen. Sólo supieron
vaciarle el líquido y enviarla a casa. Después de dos meses desaparecida nos
llegó la noticia de que estaba de nuevo en casa y en muy mal estado, a punto de
morir. El otro día fui a verla, celebré con ella varios sacramentos, que ella
recibió y celebró con mucha confianza, pues entiende perfectamente que su vida
en este mundo, no parece que vaya a durar mucho. Le hice la foto principalmente
para enviarla al hospital de referencia en esta zona, que es el de Tanguieta y
ver si todavía podíamos hacer algo. La hermana a la que se lo envié me dijo,
“mientras hay vida, siempre hay algo que se pueda hacer”. Así que si todo va
bien, y la familia no vuelve a las andadas, pasado emprenderá viaje al norte a
ver qué se puede hacer, por lo menos ponerle un tratamiento que reduzca su sufrimiento.
miércoles, 31 de julio de 2019
Saludarse
Hace
algo más de una semana hicimos el campamento diocesano de niños. Fue bastante
bien y tuvo una gran participación, rondábamos los 500 niños. Como es
costumbre, al terminar, hicimos la cadena de la amistad, consiste en hacer un
circulo con los brazos cruzados y dándonos las manos. Cantamos el canto de
despedida, y para terminar, vas pasando por el círculo dando la mano a todos y
despidiéndote uno por uno. Al final das la mano dos veces a todos. Os podéis
imaginar que apretar la mano tantas veces conlleva bastante tiempo. Aquí eso no
importa, los saludos en esta cultura son importantísimos, no tienen prisa a la
hora de saludarse y despedirse, es costumbre en la vida diaria. Imitando lo que
hacen cada día en sus pueblos, fueron a saludar por las calles y a los
representantes del pueblo donde hacíamos el campamento, alcalde, reyes, imanes, pastores
evangélicos, durante una mañana entera. Alguno puede pensar que es una pérdida
de tiempo inútil, que se puede hacer todo más rápido. Entonces ¿dónde queda el
interés por el que te has encontrado, y por los suyos? ¿No importa la persona
con la que te encuentras o has compartido aunque sea dos minutos? Aquí siguen
teniendo claro lo importante que es saludarse, recordarse, visitarse,
acompañarse. En cuanto alguien falta de la comunidad, siempre hay alguien que
irá a ver si todo está bien. ¿Cuándo perdimos esa sensibilidad en nuestra vieja
Europa? ¿Por qué la perdimos? Qué bueno es “perder” el tiempo en ser cuidadoso
y delicado con los demás.
domingo, 26 de mayo de 2019
Mancharse
La pasada Semana Santa, una vez más,
celebrando el Jueves Santo, hice el símbolo de lavar los pies. En esta ocasión,
en el primer pueblo que lo hice, acabé con la casulla sucia, con la mezcla del
agua y la tierra de los pies, aquel barrillo se pegó a la vestimenta blanca de
manera exagerada. Así terminé la celebración. Puede parecer poco digno, pero me
hizo reflexionar de nuevo. Las apariencias, el mostrarnos limpios en la vida,
en definitiva, lo superficial, en demasiadas ocasiones le damos excesiva
importancia. En el día a día de la misión voy descubriendo la importancia de
mancharse, de meterse en el barro de la vida, en las situaciones que huelen mal
y salpican. Sólo así entiendo que se puede hacer auténtica compañía, y animar a
las personas con las que convivimos y con las que compartimos nuestras
ilusiones, nuestra fe, nuestra Esperanza. Pero eso no resulta fácil, ni cómodo,
pues complica la vida, se sienten incomprensiones, incluso te pueden dejar de
lado, aquellos que no quieren dejarse tocar por la realidad de este mundo. Últimamente,
las manchas son más exigentes para ciertos misioneros, pues son de sangre, de
su propia sangre. ¿Por qué? Porque no han querido abandonar a su gente, y
porque les han acompañado en situaciones injustas e incluso violentas. ¿Tiene
sentido? No tiene ningún sentido tanta violencia y asesinato, por parte de
quien los hace. Ellos piensan que debilitarán a nuestra gente y sus
esperanzadas. Pero en realidad esas manchas, las de los mártires, tienen el
sentido de una vida vivida en plena alegría por la entrega, hasta dar la vida.
Nadie busca ser asesinado, simplemente ser consecuente con lo que creen. Que
Dios nos ayude a todos a saber mancharnos, si puede ser sólo de barro, pero ser
valientes y consecuentes en todo momento. Nuestra gente se hace más fuerte a pesar de la tristeza y dureza de sus vidas, saben Quien les sostiene.
jueves, 18 de abril de 2019
impuestos y política
La semana pasada tenía una reunión en Bembereke con el
jefe de los impuestos. En este país ahora han decidido cobrar por todo, incluso
por los proyectos al desarrollo. Iba con todo preparado para mostrarle que no
tenía sentido lo que me estaba pidiendo, y que en nuestras acciones no hay ánimo
de lucro, sino más bien lo contrario, son una carga económica para la
parroquia. Pero una vez más lo inesperado aconteció, y cuando me quedaba poco
para llegar me encontré un árbol cortado que había caído sobre el camino. Así
que tuve que llamar para anular la cita y volverme a casa. Me dijeron que
estaban haciendo la recolección de la miel, y que si los apicultores veían un
panal en lo alto de un árbol, que lo cortaban sin medir más las consecuencias.
Que no era el único camino que habían cortado a causa de tal hecho. Al final
tuve la reunión con el inspector de hacienda esta semana, y no salí muy
convencido de que entendiera todo lo que le expuse, todo ello acompañado con
documentos. Me dijo que lo estudiaría, pero por lo que me dicen otras personas
de Iglesia, el nuevo presidente está cobrando por todo, incluso por los orfanatos. El clima político está muy tenso, el presidente ha hecho una nueva
ley de partidos en la que sólo se pueden presentar a las elecciones los dos
partidos que él ha creado. Esperemos que el 28 de abril, donde aquí también se
celebran elecciones, haya paz y todo transcurra de una manera democrática. La
Iglesia una vez más, está haciendo campaña por ello.
jueves, 28 de marzo de 2019
Salir de la ignorancia
Hace poco tiempo hicimos nuestro
encuentro de las cuatro parroquias del sector. Reunimos a los responsables de
caritas, los catequistas y los presidentes de todas las comunidades. Este año
decidimos dar una formación un poco fuera de lo común. Pedimos a la policía
republicana y a los guardas forestales que les dieran formación. Alguien me
preguntó que qué tenía que ver eso con la Iglesia, que el tema no era muy
eclesial. Pero nosotros creemos sinceramente que sí. Hay que ayudar a la gente
a conocer sus derechos y sus deberes. Cuando has crecido en un sitio donde
nadie te ha explicado las leyes de tu país, no has ido a la escuela y no
conoces, incurres en delito sin saberlo. Además de todo eso, la policía de los
distintos pueblos, tampoco explican nada y toman el pelo a la gente, abusando
de su autoridad, si los mantienes en la ignorancia, puedes seguir
aprovechándote de ellos. Estaban todos encantados con la idea, nos han
agradecido estas charlas más que ningún año, siguen haciéndolo cuando vamos a
los pueblos. Algunos decían “menos mal que he escuchado esto de los forestales,
iba a hacer el campo en un terreno protegido y hubiese tenido serios problemas”.
También tienen ahora conocimientos para poder defenderse ante los policías de
sus pueblos. Y también saben que hay cosas que hacen mal y si siguen así serán
sancionados. La Buena Noticia nos tiene que hacer salir de la ignorancia en
todos los campos de la vida.
sábado, 16 de febrero de 2019
Encontrar una familia
Berenice entre Catherine y Rafael |
Berenice
es una chica de la comunidad de Siki. De familia musulmana, se convierte con
dieciocho años al catolicismo, empieza a venir por la iglesia. Eso le genera
grandes problemas con su padre, que la amenaza y le dice que si sigue yendo a la
iglesia la echará de casa. Una vez informados, los responsables de la comunidad
fueron a hablar con ese padre para hacerle comprender que la chica estaba con
nosotros voluntariamente y que ya era suficientemente mayor para elegir. El
padre contesta que si vuelve a pisar una vez más la iglesia, para él está
muerta y que se vaya de su casa. Cuando me plantearon esta cuestión, hablé con
ella y le dije que se pensara bien las cosas y las consecuencias, que si
decidía seguir a Jesús que la comunidad la apoyaría. Y volvió a la iglesia, por
lo que tuvo que salir de su casa. Al principio la acogió Catherine, una matrona
que estaba en Siki, mientras le buscábamos un emplazamiento mejor. La enviamos
al sur a un centro de formación de la Hijas del corazón de María, donde
durante tres años y medio ha aprendido costura. Se ha bautizado y ha estado
feliz. Pero esa formación ha terminado y le tocaba volver. A casa no podía,
Catherine que ya no está en Siki, sino en otro pueblo, la ha acogido como una
hija suya. Nosotros desde la misión seguimos ejerciendo el rol de padres, pues
somos los que la hemos sostenido económicamente durante toda su formación. Le
hemos comprado una máquina de coser y esperamos la oportunidad para ir a su
casa, y enseñarles a sus padres su título de costurera. ¿Qué pasará? Pues la
cosa está difícil, pero en cualquier caso Berenice ha encontrado en la Iglesia
a su familia.
domingo, 20 de enero de 2019
A pesar de todo
El otro día fuimos a la comunidad de Moosi, allí como
es costumbre, junto al presidente y los catequistas, le llevamos la comunión y
rezamos con el antiguo presidente, ya muy debilitado por la edad y casi ciego.
Esta vez fuimos con D. Ángel, obispo de Barbastro-Monzón. La historia del
presidente durante estos últimos tiempos está siendo bastante dura. El año
pasado perdió a un yerno por una picadura de serpiente, hace tres meses a su
mujer, hace un mes a su hija que se había quedado viuda, también por una
mordedura de serpiente. Y el otro día a un nieto, de unos veinte años, hijo de esa
pareja fallecida. Algo que a muchos les habría sumido en una depresión e
incluso en la falta de confianza en Dios. Pero este hombre, cada vez que le
vamos a ver, esboza su sonrisa, está deseando nuestra visita. Y esta vez, con
un obispo cercano y cariñoso, no dudó en sonreír a la vida con todas sus ganas.
Gestos sencillos que hacen, que a pesar de todo, la alegría pueda volver a la
vida de los que sufren, aunque sea por unos instantes. Hombre de fe y
convicciones profundas este anciano presidente.
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