viernes, 14 de diciembre de 2012

La primera vez

Jean Paul, tu sí que preparas bien el mono
 No voy a hablaros de primera vez que he comido mono o serpiente, con que os muestre las fotos vale. Por cierto dos ricos manjares, muy recomendables para la dieta.
Serpiente a la brasa, deliciosa

Quiero explicar eso que ocurre cuando uno está enamorado, pasa años de su vida con una relación profunda y va surgiendo una primera vez para todo. Lo cierto es que a lo largo de mi vida la relación con Dios me ha ido regalando momentos inolvidables, intensos y de una profundidad que han dejado huella en mi vida. El otro día me toco ir a la comunidad de Bwetere que está a dos kilómetros de Fo-Bouré, fuimos en moto con Jean, nuestro catequista que es Gando. Hasta ahí nada de particular, pues estas salidas las hacemos a menudo. Pero resulta que era la primera vez que en ese pueblo íbamos a dar una catequesis formal, y me tocó a mí. El nuevo catequista del pueblo, Salomón y unos cuantos niños estaban esperándonos. Luego se fue añadiendo alguna mujer y algún que otro hombre. Durante años en este pueblo no han podido acercarse a la Iglesia porque había un viejo que les pegaba si lo hacían. Todos sonreían y estaban agradecidos por nuestra presencia. Leímos un trozo del Evangelio y comentamos quien era Jesús. Pero sobre todo les dije que para seguir a alguien hay que conocerlo y hacerlo con total libertad. Les conté que yo estaba allí con ellos porque sentía que Dios me quería infinitamente y que lo comprobaba a diario en estas tierras. Les enseñamos a hacer la señal de la cruz en su idioma y así acabamos. Como siempre esta buena gente agradece nuestra presencia en su pueblo y que tengamos tiempo para visitarlos. Todo transcurrió bajo la agradable sombra de un gran árbol. Para ellos y para mi, fue la primera vez.

Con Jean y la gente de Bwetere en la primera catequesis