Todos los misioneros con los dos obispos, foto de familia |
Hemos estado de celebración en la
misión. Hemos tenido el regalo de la presencia de nuestros obispos y de todos
los misioneros riojanos que durante estos últimos veinticinco años han estado
anunciando el Evangelio en la parroquia de Fo-Bouré. Nos hemos desgastado y
agotado para que toda la gente se sintiera a gusto en la celebración del pasado
día 29 de septiembre en nuestra parroquia. Pero nada de eso es importante si
perdemos de vista el porqué de la celebración. Sentir la necesidad, en la vida
de uno, de anunciar la Buena Noticia que es Jesucristo a los más pobres,
conseguir que puedan recuperar su dignidad como seres humanos, que puedan sentir
que son amados por Dios y que eso les hace valiosos. Saber que ese Amor les
llena de derechos humanos en su vida y les llena de Esperanza. Que puedan
sentirse libres de las opresiones que tanta desigualdad en nuestro mundo les genera. Que la aflicción no ahogue su alegría innata.
Por todo ello la Iglesia ha enviado a lo largo de estos años a distintos
sacerdotes a esta tierra, ni eran, ni son los mejores. Tenemos muchos defectos,
pero ello no nos impide trabajar con esta gente y mucho menos nos impide anunciar
el Evangelio. No conozco mejor manera de hacer que la gente salga de todas sus
miserias que el anuncio de la Buena Noticia, para eso nos ha ungido el Señor.