De esta manera se pone algún camino cuando llueve |
Querido
lector de este blog, no sé si añorabas mis escritos, pero en cualquier caso yo
retomo este espacio para seguir compartiendo mis vivencias por la misión.
Cierto es que el ser humano añora lo que no tiene, en mi caso, a lo largo de mi
descanso por España he añorado este lugar, he añorado la sonrisa de estos
niños, la acogida calurosa de esta buena gente, el poder hacer cuarenta
kilómetros bajo una lluvia intensa, que pone el camino difícil, para poder
acompañar en su sufrimiento a Veronique que sigue con ese cáncer que se la va
comiendo poco a poco, he añorado esas diarreas que se cogen no se sabe por qué
y desaparecen también sin saber por qué, he añorado el cansancio por tener que
celebrar la eucaristía en lenguas que no domino y que me cuesta pronunciar
correctamente, tantas y tantas cosas que uno vive con intensidad y le llenan. En definitiva y sabiendo que es bueno descansar, he añorado lo que da sentido a mi vida que es realizar la misión que la Iglesia me ha encomendado en este momento. Entiendo que añoramos aquello que disfrutamos y aquellos con los que
disfrutamos intensamente nuestra vida. Por eso ahora me toca añorar a mi madre,
mis hermanos y demás familia, los amigos, mi diócesis. Os he disfrutado este
tiempo, aunque por desgracia no he podido veros a todos, pero el sentir en mi
corazón que os añoro me hace saber que os quiero. Por suerte nunca añoro a
Dios, pues El siempre está conmigo.