Dominica en la celebración de su primera etapa |
Por desgracia en el mundo hay quien quiere imponer sus ideas.
Esta gente está dispuesta a usar la violencia más radical o a impedir, a quienes
piensan distinto a ellos, poder acceder a estudios o una vida digna. Noticias
como la de ayer de París nos golpean a todos y nos hacen estremecernos. Hace
quince días, una chica que ha empezado el catecumenado en la Iglesia, me llamó
diciéndome que su tío, que la debía acoger en Parakou, no la acogía en su casa
si iba a la Iglesia. Si quería quedarse en su casa para estudiar, tenía que ir
a la mezquita. Como nosotros la hemos ayudado a pagar sus estudios de ayudante
de enfermería, me llamó a preguntarme si podía cambiar de centro e ir a otra ciudad
a estudiar, pues no quería dejar de ir a la Iglesia. Por supuesto mi respuesta
fue que encantado. Esta chica ha demostrado tener mucho valor al enfrentarse a
su tío, hay mucha gente incapaz de hacerlo, o simplemente sin posibilidad de
poder cambiar su destino. Mucha gente ha descubierto en esta tierra que seguir
a Jesucristo les da libertad, y les enseña a vivir respetando la libertad, los
cual les hace recuperar su dignidad de ser humano. Los intransigentes llevan a
una vida de esclavitud a mucha gente, que no puede vivir según sus ideales. En
esta tierra y en nuestro planeta, hay demasiada gente sometida.