Abraham
ha sido ordenado sacerdote el pasado sábado. Cuando llegó a la parroquia hace
veinte años, siendo un adolescente, acababa de terminar la escuela coránica. Al
conocer la comunidad católica de Gesubaani quiso hacerse católico, y más aun,
casi desde el principio dijo que quería ser sacerdote. Sus padres al enterarse
de la noticia, le pegaron una paliza, le prohibieron la entrada a su casa y no
le hablaron más. El tuvo que empezar con los cursos infantiles del colegio. Luego
tuvo que estudiar el instituto en Cotonou, donde por las noches para sobrevivir
hacía de taxi-moto. Un problemilla con el obispo de la diócesis le hizo volver
a su diócesis de origen, donde ha sido ordenado. La ayuda de la parroquia de Fo-Boure
y de alguna familia en especial le ha animado siempre. Su padre murió el año
pasado sin hablarle, pero su madre ha estado en la ordenación y en un rito muy
bonito se lo ha entregado al obispo. Abraham ha conseguido su sueño, ser
sacerdote y sobre todo que su familia lo acepte con alegría, aunque sean
musulmanes. El sueño de Abraham, como el de mucha gente, es conseguir la paz y el
diálogo entre la gente de distintas razas y religiones. Esperemos poder
conseguir ese sueño entre todos.