miércoles, 31 de diciembre de 2014

Cena de Noche Buena

Algo habitual en estas fechas es preguntar con quién vas a cenar la Noche Buena y comer el día de Navidad. Yo no soy distinto a los demás y también se me pregunta lo mismo. Tengo que decir que, como no podía ser de otra manera, esa noche santa, donde el contemplar el nacimiento del niño Dios es algo verdaderamente emocionante e impactante, mi cena consiste en celebrar dos eucaristías donde bautizamos niños pequeños. Algo realmente significativo. Pues las celebraciones son participadas y con una alegría que desborda por todas partes. Una gran cena cuando no se puede estar en casa con padres y hermanos. Estar con el Dios más indefenso, más sencillo y a la vez el auténtico mensajero de la Paz. Poder cenar el cuerpo y sangre de Cristo junto a esta familia es algo realmente entrañable. Poder seguir viendo el nacimiento de Jesús entre esta gente es un regalo diario. Lo veo en los brazos de la hermana Felicité acogiendo niños desnutridos; en la sonrisa de Lauraine cuando desnuda, con sus dos añicos, viene a la misión a saludarnos y en muchas cosas más de cada día. Espero que todos podamos disfrutar de las cosas sencillas este año que entra.