miércoles, 2 de mayo de 2012

¿De quién me fío?


Más que el buen pastor con las ovejas parecemos cabras locas

 El domingo pasado era el domingo del Buen Pastor, el que conoce a sus ovejas y ellas le conocen, por eso hay confianza mutua. Me toco celebrar tres misas y las tres en diferente idioma, peul, bariba y francés. Los que me conocéis ya podéis imaginar la escena, todo en plan macarrónico pero sin ninguna vergüenza. A lo largo de mi vida siempre me ha preocupado compartir con la gente desde el corazón, mostrarme tal y como soy e intentar que los otros abran el suyo. Esto me ha llevado a tener muchos y buenos amigos, gente en la que poder confiar y que confía en mi. El caso es que muchas veces me planteo, en mi labor por estas tierras, si me dejo conocer por la gente y si llego a conocerles. Pues algo que resulta a primera vista un inconveniente claro es la dificultad del idioma. Pero profundizando un poco más descubro que a pesar de la cuestión idiomática, es posible conocer y que te conozcan. Una vez más la vida me demuestra que es seguir el ejemplo de Jesús, ser capaces de dar la vida por lo otros. En este caso con compartir el día a día suele ser suficiente, con sus alegrías y sus penas. En cualquier caso el que está enamorado siempre está alegre y dispuesto a alegrar a los demás.