Mañana tenemos que ir a la capital para llevar a Antonio al aeropuerto. Después de 13 años de servicio en Benín, dividido en dos etapas, pone fin a su labor misionera por estas tierras. Antes la había realizado en Zambia. Con ello pone fin también la diócesis de Oviedo en su labor misionera en África con más de cincuenta años enviando sacerdotes por estas tierras y América Latina. Antonio a sus 71 años no ha dejado de estar cerca de la gente, de escucharles, de animarles y de compartir con ellos sus inquietudes. Siempre llevando a la oración todo lo vivido. Madrugador nato, pues se adelantaba siempre a la salida del sol. Luchador incansable con la lengua bariba, pero no sé si por trabajarla, o por combatir con ella. Bromas aparte, como todos, hizo el esfuerzo de intentar hacerse entender. Aunque es tímido, cuando le dejas rienda suelta, se desmelena y le encanta hacerse uno más en las fiestas, y si hay que bailar se baila. Que el Señor te guarde en tu nueva misión en tierras asturianas y que te llene de momentos intensos como los vividos aquí.