domingo, 1 de enero de 2023

Familia

 


Acabamos de despedir un año y estamos empezando uno nuevo. Llego gente nueva, se fue gente amada, pero inexorablemente la vida continua. El pasado viernes, celebramos el día de la Sagrada Familia, y por primera vez en nuestra parroquia, hicimos el encuentro del grupo de familia. Una mañana agradable en la que acabamos compartiendo la comida, pues nada se puede celebrar si no hay algo que comer después por estas tierras, no sería una fiesta verdadera. Mantener a la familia siempre es una ardua tarea, pero por estos lares se antoja aún más complicado, pues el simple hecho de poder alimentarse cada día, tener recursos para ir al médico o poder pagar los materiales de la escuela, es ya un esfuerzo enorme para todos ellos. A pesar de ello, tienen claro que los hijos son una riqueza, y que merece la pena todo esfuerzo y toda penuria que deban pasar por tenerlos. Espero que esta gran familia que formamos la humanidad sea capaz de sacrificarse por los más pequeños y desfavorecidos, por todos los indefensos. Y deseo que la gran familia de la Iglesia, de la que muchos formamos parte, y en la que acabamos de perder a un padre bueno como fue Benedicto XVI, sepamos estar siempre atentos para hacer ese sacrificio. Feliz 2023 lleno de la ternura de Dios.