Precioso atardecer africano |
En
estos momentos en los que nuestro nuevo papa Francisco ha escogido el nombre
del santo que hizo el cántico a las criaturas, el hermano sol muestra todo su
poder en nuestra tierra. Suele coincidir con la cuaresma el tiempo de mayor
calor por estas latitudes. No creo que sea por una cuestión de penitencia, pero lo
cierto es que lo parece. Es tiempo donde la gente duerme fuera de las casas,
sacan sus esterillas y bajo la luz de la hermana luna, o las hermanas
estrellas, intentan descansar. En mi caso abro las ventanas y la puerta y por
desgracia el hermano viento no hace su aparición. Acostarse a las 11 de las
noche a 32 grados tiene su aquel, esta noche no ha disminuido la temperatura de
28,5 grados, así que la sudada está siendo interesante. De día llegamos a los
38,5 grados a la sombra. Pero de día todavía se soporta. El problema es cuando
por la noche se hace difícil descansar. La cosa no va a menos, sino a más. En cualquier
caso lo que esperamos es que ese calor se contagie a nuestros corazones y
podamos transmitirlo en la noche de la Resurrección. Por ahora sólo nos queda
dar gracias por la hermana agua y beber a todas horas para no tener problemas
con la deshidratación. Me alegraría que llegase antes el enfriamiento de las
distintas guerras que asolan este continente, que realmente está pasando un
momento complicado, recemos porque llegue la paz y vivamos como hermanos. Como dijo S. Francisco "Señor hazme instrumento de tu paz"