
Los
pasados 6 y 8 de septiembre asistí a los votos perpetuos de dos chicas de la
antigua parroquia de Fo-Boure. Clarisse que pertenece a las oblatas catequistas
pequeñas servidoras de los pobres, y Bienvenue que es dominica de la anunciata.
Cualquiera puede pensar que hacerse monja hoy en día es ir contra corriente en
cualquier parte del mundo, y puede ser. Cual es la particularidad de estas jóvenes.
Pues que son bariba. En la cultura bariba, cualquier mujer ha nacido para tener
hijos, sus padres no esperan de ella otra cosa, puede ser lo que quiera, pero les
tiene que dar descendencia, esa es la riqueza que aportan a la familia. De
hecho, cuando una mujer es estéril, (aunque sea estéril su marido, eso nunca se
sabrá) es repudiada por todo el mundo. El sufrimiento y menosprecio es
aterrador. Por lo que cuando una chica bariba dice que quiere ser monja, lo que
implica voluntariamente no tener hijos propios, las dificultades que encuentra
para poder realizar su vocación se acrecientan de manera exponencial. He conocido
muchos casos de chicas que han tenido que desistir por la presión familiar. Por
suerte las hay valientes y convencidas, y algunas familias que han evolucionado
un poco y han consentido la vocación de sus hijas. En el caso de los chicos es
parecido, pero menos fuerte. Que Dios acompañe a las dos para que cumplan su
vocación de estar siempre junto a los más pobres.