viernes, 31 de enero de 2025

Aprender a compartir

  


Durante las pasadas vacaciones de Navidad, hicimos el primer campamento parroquial de niños. Fue un éxito, aunque nos faltaron los niños de una comunidad, hubo 131 participantes. Nada mal para ser la primera vez. Los niños comparten rápidamente sus alegrías, sus cantos, sus bailes, sus juegos. Pero algo que es muy especial aquí, es la manera que tienen de compartir su comida. La capacidad que tienen de vigilar que los más pequeños no se queden sin su ración. Verlos compartir el mismo plato, y comer por turnos, es algo maravilloso. Aprenden desde muy pequeños a guardar un orden, y estar atentos a que todo el mundo pueda comer algo. Eso no implica que siempre hagan todo bien, son niños y hacen las maldades típicas de críos, pero hay un sentido profundo de cuidar al más desvalido que emociona. Ver como el responsable diocesano, Michel, de la parroquia de Biro, está siempre disponible para venir a formar a los niños y responsables, es digno de mencionar. Este hombre, casado y con hijos, está siempre a disposición del madeb (movimiento de apostolado de los niños de Benín), pero siempre en diálogo con su mujer, pues no hay que descuidar las cosas de casa. Gente que no abandona su compromiso y lo mantiene a lo largo del tiempo. La constancia en compartir su vida con los pequeños le hace sentir que está por el buen camino.