viernes, 28 de marzo de 2025

Peregrinación nocturna

 


El sábado 15 de marzo, coincidiendo con la luna llena, realizamos una peregrinación al santuario mariano de la diócesis cuatro de las cinco parroquias del sector. Fue una marcha a pie. Los de la parroquia de Bouanri desde la misma parroquia, veintinueve kilómetros, las otras parroquias cubrieron una distancia de veinte kilómetros. ¿Por qué por la noche? Pues porque el calor es enorme y por la noche, aunque sigue haciendo mucho calor, es algo más soportable. La luz de la luna nos permitía marchar sin tener que utilizar luces artificiales. Una marcha de oración y meditación personal que empezamos a las nueve de la noche. Aunque les dijimos que fuéramos despacio, ya se sabe que la cabra tira al monte, y los jóvenes en cabeza imprimieron un ritmo alto, por lo que los primeros quince kilómetros los hicimos en tres horas. Allí nos esperaban los del pueblo de Wararu, que nos dieron la papilla de maíz para reponer fuerzas y afrontar lo que quedaba. Intentamos que fueran más tranquilos para poder ir rezando todos juntos, no lo conseguimos del todo. Los últimos cuatro kilómetros tuvimos que ponernos delante para frenar los impulsos de los rapidillos y conseguimos llegar en grupo y organizados, haciendo la oración como es debido. Con emoción entraron por la puerta santa del jubileo y a la capilla a rezar, eran las cuatro y media de la madrugada. Llegamos los primeros y luego fueron llegando las otras parroquias. A las ocho de la mañana celebramos todos juntos la eucaristía y después vuelta a casa en un vehículo cómodo y acondicionado. Acondicionado a las maneras de aquí. Por la tarde una buena y merecida siesta.

jueves, 27 de febrero de 2025

25 años de existencia

 La diócesis de N´Dali cumple este año 25 años de su creación, bodas de plata. Coincidiendo con el año jubilar de la Iglesia universal, nosotros tenemos nuestro año jubilar particular. Por tal motivo se están realizando distintas actividades conmemorativas, o en realidad, a las que ya se hacen habitualmente, darles un carácter más festivo aun si cabe. Los dos pasados fines de semana fueron las peregrinaciones de niños y la general, todo transcurrió bien. Una vez más impresiona el número de personas congregadas en el santuario de la Virgen, e impresiona las condiciones en las que pasan el fin de semana. Pero también ver con que ganas y con que fe se reúnen allí a rezar y a compartir sus vidas, con sus alegrías y sus penas. Este año disfrutamos de la presencia del nuevo nuncio de Benín- Togo, y del obispo de Natitingou, que acompañaron a nuestro obispo en la peregrinación general. Un montón de idiomas, pero una sola lengua, la de Dios que es la del Amor. El recibimiento al nuncio fue por todo lo alto, con caballeros y todo.

viernes, 31 de enero de 2025

Aprender a compartir

  


Durante las pasadas vacaciones de Navidad, hicimos el primer campamento parroquial de niños. Fue un éxito, aunque nos faltaron los niños de una comunidad, hubo 131 participantes. Nada mal para ser la primera vez. Los niños comparten rápidamente sus alegrías, sus cantos, sus bailes, sus juegos. Pero algo que es muy especial aquí, es la manera que tienen de compartir su comida. La capacidad que tienen de vigilar que los más pequeños no se queden sin su ración. Verlos compartir el mismo plato, y comer por turnos, es algo maravilloso. Aprenden desde muy pequeños a guardar un orden, y estar atentos a que todo el mundo pueda comer algo. Eso no implica que siempre hagan todo bien, son niños y hacen las maldades típicas de críos, pero hay un sentido profundo de cuidar al más desvalido que emociona. Ver como el responsable diocesano, Michel, de la parroquia de Biro, está siempre disponible para venir a formar a los niños y responsables, es digno de mencionar. Este hombre, casado y con hijos, está siempre a disposición del madeb (movimiento de apostolado de los niños de Benín), pero siempre en diálogo con su mujer, pues no hay que descuidar las cosas de casa. Gente que no abandona su compromiso y lo mantiene a lo largo del tiempo. La constancia en compartir su vida con los pequeños le hace sentir que está por el buen camino.