Desde
la diócesis este año le han querido dar un impulso a la pastoral juvenil, y con
ese motivo nos han propuesto a las parroquias desarrollar un tema cada mes. En
el mes de noviembre el tema a desarrollar era sobre la economía. Gracias a Dios
tenemos en la parroquia un chico que ha estudiado económicas y le pedí que
diera esas charlas de formación. La perspectiva desde la que las hemos hecho es
hablando de una economía de base, de cada casa. Por desgracia nuestra gente
vive al día, muchas veces pidiendo dinero por adelantado. Como podéis imaginar,
los que prestan dinero no suelen ser almas de la caridad y buscan beneficios
enormes, por lo que los paisanos, una vez recolectado todo el fruto de la
tierra y después de pagar deudas, se quedan muchas veces con una mano delante y
otra detrás, para empezar de nuevo a pedir préstamos que les es imposible
devolver. Tampoco son muy duchos a la hora de saber prever los distintos
imprevistos que puedan venir lo que aumenta su pobreza. Una manera de solucionarlo
es darles un poco de formación y abrirles los ojos y el entendimiento para que
sean capaces de gestionar lo poco que tienen de una manera más eficaz. No
sabíamos que repercusión tendrían las charlas, pero lo cierto es que no sólo
asistieron jóvenes, también la gente de más edad. Todos quedaron satisfechos y
agradecidos, de hecho nos hemos visto obligados a dar esa charla en más foros,
pues la gente la demanda. Que todo sirva para poder mejorar un poco la vida de
esta gente, que no creo que lleguen a ser ricos, pero que cuidando un poco las
cuentas de cada día podrán llegar a hacer cosas que ni se imaginan. Deseando a
todos los que seguís este blog que el año que va a empezar traiga más justicia
y paz a nuestro mundo.