A Luis le ha calado el estilo bariba |
Después
de un tiempo de vacaciones y habiendo regresado a la misión en este mes que está
concluyendo, me dispongo a hablar de mi amigo Luis. Él ha concluido su servicio
de casi ocho años en este rincón de África. La vida está teñida de distintas
experiencias y las situaciones que vivimos son de muy distinta índole. Aquí nos
encontramos lejos de casa, en una cultura distinta, con muchas cosas por
aprender, y en ocasiones, la dificultad con el idioma y el entorno se hacen
duras. Por ello es bueno y necesario saber compartir lo que uno va viviendo y
sintiendo. Desde el primer día Luis me abrió su corazón y compartió conmigo sus
alegrías y sus penas, algo muy de agradecer pues no nos conocíamos de nada. Así
ha sido a lo largo de estos casi tres años que hemos vivido juntos. Con su carácter
de hombre de sierra ha dado lo mejor de sí mismo por esta buena gente. Hombre
seco y cerrado en ocasiones, pero alegre y guasón en muchas otras. Sobre todo
ha querido ser consecuente con lo que pensaba y sentía. Desde aquí te agradezco
este tiempo compartido y deseo que sigas llenando tu ministerio con muchos
rostros nuevos a los que anunciar la Buena Noticia. Todos deberíamos compartir
lo más profundo de lo que somos y vivimos.