En 1861 llegan a la costa de Ouidah dos valientes misioneros, el padre Francisco Fernández es español. Se abre una puerta a la esperanza con la llegada de los misioneros del SMA. Cuando el rey de Abomey les quiere ofrecer unos sacrificios humanos, ellos le convencen que mejor los haga con animales y no con personas. Como podéis imaginar, también trabajan el tema de la dignidad humana y consiguen poco a poco ayudar a finalizar con el asunto de la esclavitud, cosa que tardaría unos años. Hace 150 años se abrio esa puerta para este pueblo de Benín, el anuncio de la buena noticia de Jesús de Nazaret siempre va acompañado de la restitución de la dignidad de todos los seres humanos. Ahora me encuentro yo en medio de esa historia, espero ser fiel a mi llamada y poder aportar mi granito de arena en medio de tanta pobreza global. De verdad que no conozco mejor fórmula que el Evangelio para poder hacerlo.