viernes, 14 de septiembre de 2012

Dwe Veronique

Veronique recibe la comunión
Hoy celebramos la exaltación de la Santa Cruz, para muchos necedad, para otros escandalo, pero para los cristianos símbolo de salvación. Nuestra querida Veronique, una de las cinco primeras mujeres bautizadas en la parroquia, no lo tuvo fácil a lo largo de su vida. No tuvo hijos, lo que para una mujer africana es una auténtica desgracia, pero su marido no la rechazó como es lo normal. Al final de sus días, ya viuda, contrajo el cáncer de pecho, su familia musulmana la rechazó y no la acogió en casa por ser católica. Tuvo que venir su sobrina Agnes desde Nigeria a cuidarla, junto a ella ha estado estos nueve meses de dolor y sufrimiento. El dolor era cada día mayor en las curas y su sufrimiento palpable, pero al acabar cada cura, nos daba las gracias y quería rezar con nosotros. Las religiosas, la comunidad cristiana y todos los que la hemos acompañado, nos hemos sentido verdaderamente tocados por esta anciana. El día de su muerte llamó a su sobrina y le advirtió que la familia le traería problemas, después le dijo que diese las gracias a la comunidad católica del pueblo, a las religiosas y a los sacerdotes, por todo lo que habían hecho por ella y por haber rezado con ella, se dio media vuelta y murió. Veronique ha vivido la cruz a lo largo de su vida, pero la ha vivido con paz y esperanza, sabiendo que le esperaba la vida eterna junto a Jesús. Veronique no tuvo hijos si hablamos desde la cuestión física, pero ha sido madre de mucha gente al transmitirles la vida verdadera, la vida que ella ha vivido unida a Dios.