miércoles, 23 de febrero de 2011

Olvidar no es tan sencillo

Arbol del olvido en Ouidah
 Continuando con la venta de esclavos, en Ouidah podemos encontrar el árbol del olvido. En el viacrucis que hacían los esclavos desde la plaza donde los vendían, hasta la playa donde embarcaban, había a mitad de camino una plaza con un árbol que tenían que rodear los hombres nueve veces y las mujeres siete. Se suponía que con este rito se olvidaban de su pasado, de su identidad y de todo. De esta manera era más fácil manejarlos y que no diesen problemas. También les encerraban en pequeñas cuevas para que se desorientasen y otras mil perrerías. En la actualidad nos ofrecen un montón de cosas para que nos olvidemos de lo que es importante, es momento de preguntarnos si en realidad que nos manejen nos resulta tan gratificante, o si por el contrario preferimos no ser títeres de la economía. Espero que como aquellos esclavos, no olvidemos nuestras raíces y nuestra identidad como seres humanos y sepamos mantener siempre lo importante en nuestras vidas. Ellos se llevaron sus creencias hasta Salvador de Bahía y allí mantuvieron su identidad.