domingo, 30 de enero de 2011

Un país vecino con mucho calor

 Os escribo en esta ocasión desde Ouagadougou, capital de Burkina Faso, en un rato partiremos para Benín de nuevo. La razón por la que estoy aquí es porque hemos venido a traer a Monseñor Bernard, arzobispo de Tours  que nos ha dado el retiro. Después de una semana de oración, que sienta bien al cuerpo y al espíritu, emprendimos viaje hacia aquí. El calor es intenso, el sábado cuando veníamos estuvimos bajo unas temperaturas que rondaron los cuarenta y cinco grados, podéis imaginar el calor. Dicen que este año se ha adelantado. Aquí nos han recibido los padres blancos en un centro de aspirantes. Hay treinta y dos jóvenes, alguno con carrera terminada y ejercida, estudiando filosofía para luego pasar al noviciado de los padres blancos. Es una gozada ver estas vocaciones tan firmes y serias. Ayer tuve la oportunidad e ir con mi buen amigo Charlin, al que he reencontrado aquí, a una celebración de la misa dominical en un colegio internado. Era impresionante ver como cantaban las 145 chicas que estaban allí y con que atención seguían la celebración. La verdad es que escuchándolas era fácil sentirse cerca de Dios.

miércoles, 26 de enero de 2011

En medio de la polvareda

 El viernes pasado aterrizó la maleta que me faltaba en casa, deformada, con el candado forzado y llena de polvo, pero no faltaba nada y por fin puedo hacer las mudas con normalidad. El que estuviera llena de polvo es lo único realmente normal y más en este tiempo del armatan, que es el viento del norte, que porta la arena del desierto y deja todo que da gusto verlo.
Pero la maleta no llego sola a la misión, llegó con monseñor Bernard, arzobispo de Tours. Él nos está dando el retiro de cinco días en el que estamos inmersos. En medio de tanto cambio y aclimatación, siempre es bueno tener unos momentos de paz y encuentro profundo con el Señor. Estamos todos los sacerdotes de la diócesis juntos, incluidos los religiosos y ha sido la oportunidad de conocerlos, también al obispo que se llama Martin y está siendo muy atento conmigo. En la foto estoy con las monjas de Fo Bouré y el arzobispo de Tours.

martes, 25 de enero de 2011

Celebrar

 Hoy hemos celebrado la conversión de S. Pablo en medio de nuestro retiro y también celebro que al estar en N´Dali, tengo la posibilidad de escribiros con mayor seguridad de que, aunque siga siendo lento, esto no se caerá en el peor momento y me deje sin poder contaros cómo va la vida por aquí. En estos catorce días ya he estado con fiebre y también con descomposición de estómago, pero todo ha pasado, nada fuera de lo normal de lo que es una adaptación a un medio que es totalmente diferente del nuestro. El calor empieza a notarse, y eso que los primeros días por la noche nos daba un respiro. Aquí a las diez de la noche estamos a treinta grados. La previsión es que vaya subiendo poco a poco la temperatura. Dicen que febrero, marzo y abril son los peores meses con respecto al tema del calor.
Nada más llegar a la parroquia empezaban las convivencias de final de las etapas. Las etapas son las de la iniciación cristiana que, como poco, dura alrededor de tres años. Al terminar la convivencia se han empezado a celebrar las tres etapas en las distintas comunidades. La primera etapa es cuando la persona elige su nombre cristiano y se le impone la cruz, en la segunda el rito del "effeta" y en la tercera la adhesión al Credo. Si han finalizado todas las etapas y continúan, en cuaresma tienen una convivencia más larga para poder bautizarse en Pascua. Ya os las contaré más detalladamente. La verdad es que impresiona ver a gentes de todas las edades diciendo si a Cristo y comprometiéndose de una manera fiel con la comunidad y la fe. En la foto está Luis Ángel delante de una capilla antes de que empezáramos la celebración.

lunes, 17 de enero de 2011

La primera impresión ¿es lo qué cuenta?

 Dicen que la primera impresión es lo que cuenta. Llegue a Benín el pasado martes, ya casi llevo una semana aquí. Después de haber perdido una maleta que todavía no he recuperado y llegar ciertamente cansado a Cotonou, Luis Angel y Juan Pablo que son mis compañeros, junto con Dominica monja dominica de la anunnciata e Isidro sacerdote de Plasencia del SMA me recibieron muy cariñosos en el aeropuerto. Esa primera noche la pasamos en Cotonou donde estabamos a 30 grados con una humedad grande, aun así como estaba agotado dormí muy bien. Al día siguiente a las 6,30 de la mañana comenzamos el viaje para Fo Boure, suele tardarse, si todo va bien, alrededor de 9 horas para recorrer 525 kilómetros, pero como tuvimos que hacer alguna gestión por el camino llegamos cerca de las 20 horas. Allí me esperaba la comunidad, todos cantando y dándome la bienvenida, "padre Rafael, gracias por venir, esperamos que te encuentres bien aquí, qué tal tu familia, tus hermanos, tus hermanas, tu madre, etc". Algo emocionante, que como podéis imaginar os cuento porque me lo iban traduciendo. Ya iré contando, pues como podéis imaginar, el país impresiona. Carecen de las cosas que a nosotros nos parecen más básicas, pero de lo que no carecen es de alegría, capacidad de acoger y de agradecer. Un abrazo desde Fo Boure.