martes, 30 de mayo de 2023

Gestos insignificantes con mucho significado

 

 El otro día al concluir la reunión mensual de catequistas y responsables de las comunidades, el representante de todos se aproximó a mi para darme una suma de dinero. Ello venía acompañado de un discurso, empezó disculpándose por haber tardado en darme esa cantidad y me explicó que esperaban a ver si alguien más se animaba a dar un poco, pero que visto que no había más donativos, me daban lo que tenían. Me dijo que estaban muy agradecidos por todo lo que se estaba haciendo por ellos en la nueva parroquia, por todo el esfuerzo realizado en las construcciones y actividades pastorales y caritativas, que sabían que no era mucho lo que daban, pero que querían contribuir. Si miramos la cantidad de dinero que dieron en comparación con todo lo que se lleva gastado en la creación de la parroquia, y lo miramos sólo pensando en la economía, pues es cierto que el aporte es insignificante. Pero debo decir que a mi me conmovió el acto de generosidad y la implicación que esta gente sencilla y pobre quiso realizar. Un gesto que les honra, que demuestra que no tendrán mucho dinero, pero que tienen dignidad y que comprenden que deben aportar lo poco que puedan. Un gesto que les hace sentir que la parroquia y lo que se hace en ella les pertenece y que son coprotagonistas de la evangelización. Aunque la realidad es que son los protagonistas principales junto a Dios. Siempre he agradecido todos los donativos que recibo y nunca me ha importado la cantidad, sino la intención. Cuantos gestos podemos hacer en nuestras vidas, que aunque parezcan insignificantes, tienen mucho significado.