lunes, 31 de diciembre de 2018

Ilusión



Cuando estamos a punto de clausurar este año, creo que debo hablar de la ilusión vivida en el día de ayer por la buena gente de aquí. Un contenedor llegaba al pueblo y era para la misión. No era para ellos directamente, pero saben que cuando algo llega para la misión, al final siempre les beneficia a ellos de una u otra manera. Al abrir el contenedor se formó el alborozo, sobre todo en los niños, había muchísimas bicicletas y ellos están deseosos de tener una. De hecho, dos monaguillos de Seeru, ya han reservado las suyas, pues les conté que venían y que si las necesitaban para ir al instituto, eran los primeros en tenerlas, pues hacen 5 kilómetros a pie, cuatro veces al día, con una fuerte subida y el calor que no nos abandona, para ir a clase.
 Pero la ilusión comenzó el año pasado, cuando un buen amigo me propuso enviar un contenedor con unos tractores, otro buen amigo se sumó y empezó a hacer campaña de recogida de bicis, muchos más amigos se sumaron para aportar distintas cosas y ayudar económicamente a poder hacer realidad este sueño. Por fin esa ilusión que tantos amigos de España han puesto para que se hiciese realidad, ha llegado a cumplirse.
 A mí me hace ilusión tener amigos en España como los que tengo y poder ver sonreír a esta gente con tan poca cosa, todos dispuestos echar una mano cuando hace falta. Que esta ilusión no nos falte el año que entra para todas las cosas que tengamos que realizar.

sábado, 22 de diciembre de 2018

¿Qué mundo construimos?

Hace poco nos han instalado en el pueblo la tecnología 4G, que es para comunicarse muy rápido con internet. Una noticia que en principio y sin más pensar debería alegrarnos. Todo avance está bien, ¿pero es eso lo que más necesitan los habitantes de Fo-Boure? No creo que eso sea la prioridad en este momento de esta población, aunque sea un objetivo del milenio que todo el mundo esté interconectado. Me da la sensación de que otros objetivos del milenio más básicos son infinitamente más prioritarios, pero no hay nadie detrás que gane dinero, sino todo lo contrario, quizá por eso no interesa. Seguimos sin cosas tan básicas como un médico, o una matrona en muchas ocasiones para atender los partos. Faltan medicamentos en la farmacia del dispensario con cierta frecuencia, e  incluso el enfermero. Los caminos siguen siendo impracticables, y sólo los arreglan un poco, y mal arreglo, para que los camiones puedan sacar el algodón del presidente. Los profesores y maestros siguen faltando con frecuencia. Los abusos están a la orden del día por parte de las distintas autoridades, y un largo etcétera que podríamos ir nombrando. Eso sí, harán campañas para que todo el mundo tenga un teléfono inteligente, aunque sea nigeriano y cueste mucho menos que en España, y la gente, sobre todo los jóvenes, gasten el dinero que no tienen para cosas básicas en tener whatsapp. ¿En qué dinámica estamos haciendo vivir a nuestro mundo? Pero la esperanza nunca se pierde, contra el poder y el dinero hay una buena noticia, que nos demuestra que eso no es lo que nos hace realmente felices. Rompiendo con las normas, hace más de dos mil años, Dios se hizo presente en la indigencia y la miseria de un pesebre, con la fragilidad de un niño pequeño, pero con todo la fuerza y poder que da al ser humano el verdadero amor. Desde aquí os deseamos una feliz Navidad.

viernes, 30 de noviembre de 2018

Descubriendo, aprendiendo

En el camino entre Seeru y Bori
Ya estoy concluyendo mi octavo año en la misión, y este año he descubierto, una vez más, nuevos e interesantes lugares. Al principio de año viaje por el sur de Burkina y entre al norte de Togo, no estuvo mal. En julio fui a conocer Grand Popo y todas las cosas interesantes y bonitas que se pueden ver allí, fuimos en piragua, vimos manglares, el encuentro del río con el mar, y eso que no me habían hablado muy bien del sitio. Si no fuera porque estaba con paludismo, seguro que lo habría disfrutado todavía más. En octubre decidí tomar un camino cercano a la misión que nunca había recorrido, luego entendí porque nunca lo había recorrido, estaba desastroso, pero tenía rincones preciosos y vistas maravillosas. Al final, en la vida, hay que arriesgar y seguir las intuiciones, porque corremos el riesgo de no poder disfrutar de lugares únicos. Pero todo esto es anecdótico, pues lo importante es que sigo aprendiendo muchísimo de esta gente con la que convivo, lecciones de vida que espero no se me olviden. Aprendo de su cultura y de su manera de vivir. No es que todo lo hagan bien, ni mucho menos, pero conservan valores ancestrales que no deberíamos perder, y ellos sí tienen ganas de aprender y de conocer, sobre todo tienen ganas de Jesucristo.

viernes, 23 de noviembre de 2018

Aporofobia

Parece ser que recientemente, el diccionario de la lengua ha admitido esta palabra como nueva. Pero por desgracia, esta palabra describe una situación tan vieja como el ser humano. Aporofobia significa odio al pobre, y eso es lo que nuestra sociedad sigue teniendo. Mucha gente reclama que el extranjero, sobre todo si es pobre, tiene que entrar de manera legal a nuestro país. Pues los tres campesinos que han intentado ir a España de vacaciones, invitados por los antiguos misioneros, tenían todos los papeles en regla y su visado correspondiente. Pero si es así ¿por qué han estado encerrados, como si fueran delincuentes, diez días en Bruselas hasta que han sido deportados? Tenían todos los papeles que les había exigido el gobierno español, sin embargo la policía belga de fronteras decidió que uno de los papeles tenía que estar legalizado de otra manera, o bien que cada uno tenía que llevar en el bolsillo mil quinientos euros. Al no tenerlos, les quitaron los móviles, para dejarlos incomunicados y les amenazaron con la prisión si no firmaban su deportación voluntaria. Supongo que el policía vio a tres paisanos que mirarían todo alucinados, que hablarían entre ellos baribá y que posiblemente llevaban una ropa que no era la más apropiada para alguien que se supone con recursos. Ha dado igual la intervención de mucha gente, incluida la embajada de España en Bruselas, para demostrar que estaban invitados veinte días y que volverían a sus casas. Al final les han deportado y al llegar a Cotonou acusado de tener un visado falso. Menos mal que aquí tenían algún conocido policía que les ha librado de la corrupción, pues les retuvieron para sacarles dinero. Han sido tratados como delincuentes, cuando sólo habían aceptado una invitación y puesto toda su ilusión por conocer la tierra de aquellos que han trabajado durante años en la suya. Algo estamos haciendo mal cuando estas cosas suceden.

miércoles, 31 de octubre de 2018

Signos de esperanza

Una vez más hemos sufrido el ataque de la gente de la religión tradicional, aunque en realidad no es la religión tradicional baribá. Han secuestrado una mujer casada y que estaba embarazada. Casada por la Iglesia con un catequista. En el pueblo todo el mundo está enfadado, no sólo los católicos. Pero ellos, que no son muy buena gente, se niegan a soltarla y utilizan siempre el miedo. Dicen que si sale de la choza donde está encerrada recibiendo los espíritus (fetiches) que entonces morirá. Fuimos el otro día a hablar con la familia paterna de la mujer, que ha estado de acuerdo con el asunto, para que la liberaran. Allí había un joven musulmán, con barbas de esas que nos harían tener cierto respeto por las apariencias, que defendía la liberación de la mujer con ahínco. Cuando el viejo de la casa le dijo que quienes éramos los cristianos para decir nada sobre el asunto, que éramos los últimos en existir, el joven musulmán le dio una lección de historia y le dijo que existíamos seis siglos antes que el islam y que los curas éramos hombres de Dios. Me quede boquiabierto. Por desgracia, a pesar de haber llevado el caso a la policía, la cosa no ha acabado bien, pues el marido ha tenido miedo (envenenan a la gente antes de dejarlas salir con vida) y ha llegado a un acuerdo con esta gente. En medio de todo este dolor, aun se viven signos de esperanza y hay gente que busca vivir en paz y con respeto.

martes, 16 de octubre de 2018

Nueva escuela


El pasado uno de octubre, las hermanas oblatas de la parroquia inauguraron, por fin, el nuevo colegio de primaria que lleva el nombre de Sta. Teresita de Liseux. Digo por fin porque se suponía que tenían que haberlo inaugurado el curso pasado, pero por problemas logísticos y de personal, hemos tenido que esperar hasta este curso. Se ha incorporado una nueva hermana a la comunidad, ahora son cuatro. Se llama Cecile y tiene el título oficial de maestra. Por el momento empiezan sólo con el primer curso de primaria. El día de la inauguración sólo tenían catorce alumnos, ahora ya tienen veinte. Como hubo dudas de la presencia de esta hermana hasta última hora, no se pudo anunciar con suficiente tiempo. Pero ya es un buen número para empezar. La escuela tiene tres aulas, un despacho y un almacén. La financiación de la construcción ha sido donada por la parroquia, con todas las aportaciones que nos dan, también podemos ayudar a los demás. Esperamos que sea una escuela referente en calidad y buen hacer con los alumnos. De hecho hay familias que han hecho repetir curso a sus hijos para que pudieran estudiar en esta escuela, y en ocasiones han sido los críos los que han pedido repetir para poder estudiar en la escuela de las monjas.

domingo, 30 de septiembre de 2018

Nunca llueve a gusto de todos


A mi retorno de vacaciones me he encontrando los caminos de la misión casi peor que nunca, realmente destrozados. Ya me habían dicho que este año las lluvias habían caído con ganas, una barbaridad, de hecho hay varios caminos a algunos de los pueblos que están intransitables, también para las motos. No he podido llegar a dos celebraciones porque en ambas ocasiones me he encontrado el camino totalmente cortado por camiones que se habían quedado embarrados y hundidos al mismo nivel y habían hecho imposible continuar. Tanta lluvia nos fastidia a los que conducimos, pero como es normal les encanta a los agricultores, aunque alguno ha sufrido que sus campos quedaran arrasados por corrientes de agua. Sin lugar a dudas el clima está cambiando y eso lo notan las gentes que se dedican al campo. Pero en medio de todas esas dificultades y de tener que circular muy despacio con el coche para no estropearlo, una vez más te encuentras a esta gente que son capaces de hacer lo que haga falta para poder trasladar sus casas de un lugar a otro. Auténticos maestros del equilibrio, casi podríamos decir que es milagroso que lleguen al destino sin perder todo el equipaje. Ellos están acostumbrados a las contrariedades y no les desaniman.

miércoles, 25 de julio de 2018

Alejandro

Cuando llegué por estas tierras, fui acogido en la parroquia de Bembereke por Alejandro, burgalés, amante del vino de su tierra por encima de cualquier otro, sacerdote de Oviedo, que estaba solo en esa inmensa parroquia. Hombre cordial, de acogida exquisita, siempre atento a las necesidades de cualquiera. Estos años compartidos han dado fruto a una amistad sincera, lo que no quiere decir que no tengamos diferentes maneras de ver las cosas, y que no hayamos “discutido” más de una vez por “cómo” hacerlas. Pero lo que jamás podré decir a Alejandro es que no haya realizado su labor con todo el corazón, todo el cariño y toda su entrega, pues eso sería faltar a la verdad. Después de catorce años, ha tomado una decisión que a mi parecer es prudente, vuelve a su diócesis de Oviedo a seguir haciendo misión. Como el dijo el día de su despedida, siempre ha llevado a África en el corazón y la seguirá llevando. Gran orador y amante de la buena conversación, hombre bien formado y entusiasta del movimiento cultural cristiano, me ha regalado grandes reflexiones que siempre me han llevado a cuestionarme mis posturas ante la realidad. Doy gracias a Dios por habernos hecho encontrarnos en el tiempo y haber podido compartir con él estos años. En broma, al hacer una excursión y ponérsele el pelo rojo por la tierra, yo le llamé Pumuki pues es bajito y se parecía al duende. Pero es de esos duendes, que aunque tenga cara de trasto, da buenos consejos.

miércoles, 4 de julio de 2018

El dinero a toda costa

 Últimamente andan las cosas un poco revueltas por nuestro entorno. La conclusión no puede ser otra que cuando el dinero te coge el corazón, todo deja de importarte y no respetas ni la vida humana. Por la zona han vuelto con fuerza las acusaciones de brujería, tienen costumbre de  acusar a gente que está intentando salir de la miseria, luchando por sus vidas y sus familias y que están consiguiendo ahorrar un poco de dinero. Normalmente ganado con mucho esfuerzo y sudores. Los celos son malos compañeros y siempre hay gente envidiosa que utiliza a algún tercero para hacer acusaciones de brujería, normalmente niñas que caen al suelo, tiemblan y gritan. Luego influidas por la persona celosa o por alguien del entorno, comienzan a hacer las acusaciones. Hemos tenido, una semana, en casa del cocinero de la misión, a una mujer protegida pues la habían amenazado con matarla. Hace unas semanas, en un pueblo que pertenecía a nuestra parroquia, mataron a un hombre a palos, también acusado de brujo. La policía está siguiendo el caso, pues los que provocaron la acusación, y estaban a la cabeza de los que pegaron la paliza, resulta que tenían deudas con él, nada mejor que eliminarle para cancelar las deudas. Si te acusan de brujería y das dinero, quedas libre de la acusación. Pero hay un nuevo fenómeno que es todavía más doloroso, el otro día desapareció un niño de cuatro años en un pueblo cercano. A los días encontraron colgando de una cuerda, que estaba en un árbol, un saco. Al abrirlo encontraron el cuerpo del niño sin la cabeza. Parece ser que hay unos señores, llamados gaiman, que se dedican a hacer una serie de celebraciones y sacrificios, cosa hasta ahí normal en el entorno, pero que en su caso lo hacen con sangre y vísceras de niños pequeños y de chicas jóvenes. Resulta que no es el primer niño que desaparece. Esta gente es muy rica, pues para hacer este tipo de sacrificios humanos exigen muchísimo dinero. La ignorancia de la gente, la desesperación por alguna enfermedad o problemas familiares, o simplemente el mal por el mal, hacen que los gaiman se aprovechen para enriquecerse sin escrúpulos. En medio de toda esta barbarie, los chicos siguen alegres y con la esperanza de un futuro mejor. Ya han empezado sus vacaciones que consisten en ir a ayudar al campo para el sustento familiar.

viernes, 22 de junio de 2018

La retaguardia


El otro día hicimos la habitual reunión de catequistas y presidentes, pero esta vez invitamos a sus mujeres a participar. La idea era agradecerles que fueran apoyo para sus parejas, y que tuvieran que soportar el peso de la casa  ellas solas, cuando los catequistas o presidentes tenían reuniones de formación, trabajo en la comunidad, etc. Abrimos un diálogo interesante donde compartieron sus alegrías y dificultades. Pero todas estaban orgullosas de poder colaborar. Muchas veces hemos agradecido a los catequistas y presidentes su abnegada labor para sostener nuestra Iglesia, pero ellos no podrían hacer nada si en casa no estuvieran ellas. Finalizamos con una comida festiva que a todo el mundo agradó.
 Tenemos la costumbre de agradecer las cosas solamente a la persona que es más visible, sin darnos cuenta que en la mayoría de las ocasiones, siempre hay alguien en la retaguardia cuidando de su vida, la de los suyos y apoyándole en las cosas más básicas y en las más exigentes. Tanta y tanta gente que hay en el mundo haciendo esa labor callada, discreta, pero tan necesaria.
 Muchas veces se habla de los misioneros como protagonistas de algo muy especial, cuando en realidad hay mucha gente, tanto aquí, como allí, que están sosteniendo toda nuestra labor y haciendo posible que podamos desarrollar nuestro trabajo. A todos los que formáis la retaguardia de uno u otro modo, gracias.

sábado, 2 de junio de 2018

Encuentros

Foto tomada el año pasado en Parakou
Hace unos días celebraron de nuevo el encuentro propiciado por la fundación Salvador Soler, este año tocaba en España de nuevo. Es un “buen lugar” donde los misioneros, clero beninés, religiosas de los dos países, representantes de la iglesia evangélica y distintas organizaciones no gubernamentales que ayudan en Benín, nos encontramos para compartir experiencias y trabajos realizados, con la idea, y es lo más importante, de sentirnos unidos y echarnos una mano en las distintas tareas que realizamos. Por desgracia muchas veces pecamos de demasiado individualismo, y lo importante es mi misión y lo que yo hago, y nos preocupa incluso compartir quienes son nuestras fuentes de financiación. ¿La razón? Miedo a que esas instituciones o personas compartan sus recursos con otros y nos dejen a nosotros sin recursos. Quizá miedo a que nos quiten el protagonismo. Por encima de todo está el saber que tenemos una labor común, que el único sentido de nuestra presencia aquí es el Evangelio, que da vida, devuelve dignidad a los pisoteados por la miseria y las injusticias, y que nos hace vivir y sentirnos como hermanos. Por eso los miedos han caído y en estos años en los que Ramiro nos ha propuesto encontrarnos, las reuniones han sido un éxito y muy enriquecedoras. En Benín esperamos el segundo encuentro por estas tierras con ilusión, hay demasiados desencuentros en nuestro mundo y en nuestra vida como para desaprovechar estas ocasiones.

miércoles, 23 de mayo de 2018

Si se quiere, se puede

Hace unos días celebramos el encuentro anual de niños de la parroquia, la participación fue abundante, pues acudieron 353 chavales. Como siempre ocurre, no podían faltar problemas de transporte. Camiones viejos, a pie, en motos. Muchas veces, transportes poco dignos y seguros para los participantes. En esta ocasión, el camión viejo que tenía que traer a los 45 chicos de la comunidad de Kokabo les falló. Pero eso no les hizo resignarse a no venir, y luego dar las típicas excusas que hacen esos hombres llenos de anuncios que les dan dinero a porrillo. Por el color de las carrocerías de los vehículos, podríamos hablar de un Ferrari contra un Renault en el gran premio de fórmula uno. Cuando oigo a los pilotos quejarse de sus formidables coches y decir que con eso no pueden hacer nada, la afirmación me hace sonreír. Los responsables de los chavales, buscaron hasta que encontraron esos dos motocultores con sus carretas, y ni cortos ni perezosos se subieron en ellas y recorrieron 14 kilómetros para llegar a Siki y poder participar en la fiesta de los niños. Si la venida tuvo que ser dura, la vuelta más. Pues cuando estábamos terminando el día con la celebración de la eucaristía, descargo una tormenta de las buenas, con granizo y todo, cosa inusual por aquí. Los caminos se convirtieron en auténticos ríos de barro. Esperaron un poco a que escampase y vuelta para casa, supongo que llegaron bien mojados y con algún susto por el camino. Pero por desgracia, están habituados a todos estos avatares. Por suerte todos los niños y sus acompañantes llegaron bien a sus diferentes pueblos. Está claro que cuando alguien desea algo con ganas, hará lo imposible por poder realizarlo, aunque sea una cosa para nosotros de poco valor, para ellos es todo un acontecimiento.

lunes, 30 de abril de 2018

Reunión de parejas

Hace unos días organizamos una reunión de parejas. Les juntamos un viernes por la tarde y un sábado. La idea era tratar los conflictos de pareja y familiares. Para lo que el ponente, les propuso por la tarde hacer un cara a cara. Tenían que estar en pareja cara a cara y hablar de las cosas que les preocupaban, que no iban bien entre ellos, o cosas a mejorar. Para esta gente, el ponerse a hablar hombre y mujer de esa manera es algo inusual, y en ocasiones casi imposible. Los que lo hicieron estaban muy agradecidos a la propuesta, pues les había ayudado mucho y habían estado unas cuantas horas haciéndolo. Otros no llegaron a animarse a hacerlo, y al oír las otras experiencias se arrepintieron. Concluyeron que el diálogo y aprender a escucharse era importantísimo para la vida de pareja y familiar. Pero ahí no acabaron las sorpresas, en esta ocasión fue el ponente el que quedó sorprendido al enterarse que por estos pueblos el hombre y la mujer siguen durmiendo separados en su gran mayoría y que sólo se juntan para tener relaciones. Uno de los motivos que dieron fue que las mujeres, cuando tienen la menstruación, pueden contaminar al hombre y hacer que pierdan salud por ejemplo. El ponente, que también es baribá, no salía de su asombro y por supuesto les instruyo para que dejasen esas creencias absurdas. Participaron unas ochenta y cinco personas, pues alguno se vió obligado a venir sin su pareja, pero no quería perderse la riqueza de este encuentro. Fue un ambiente festivo y formativo que agradecieron los del grupo familia y que esperamos poder volver a repetir.

miércoles, 18 de abril de 2018

Nicolas


Los pasados lunes y martes celebramos nuestra salida de Pascua con los jóvenes, encuentro que hacemos yendo a alguna otra parroquia o población en bici, aunque cada vez menos jóvenes van en bici, aun se mantiene un nutrido grupo de participantes. ¿Qué cómo van los demás? En motos, este año un grupo de quince chicas a pie, en el coche de la misión. Cada uno como puede o quiere. Este año no era uno de los años más duros, pero entre ida y vuelta unos sesenta kilómetros. Cierto es que con el calor realmente se hace durilla la cosa. El caso es que este año no puedo decir que soy el más anciano que va en bici, pues Nicolas nos ha acompañado, y es un hombre realmente mayor, abuelo incluso, aunque aquí eso quiere decir poco, pues yo tengo edad de sobra para serlo.
Nicolas es el antiguo presidente de la comunidad de Sakaru, tiene costumbre de rodar en bici, pues cada domingo va al mercado de Siki, unos nueve kilómetros de distancia de su casa, para ver a los amigos y tomar algo con ellos. No es que sea ejemplo de santidad su vida, pero sí de fe fuerte y siempre animando a la comunidad. Este año le lancé el reto de acompañarnos, pues otros años nos había acompañado un tramo. Él recogió el guante y ha hecho toda la salida con nosotros, ha participado con los jóvenes en la reunión y, hasta que pinchó su bici cerca de casa, no se bajó de ella. Al final andaba un poco cansado, pero estaba feliz de haber podido disfrutar de la fiesta con los jóvenes. Cuerpo de anciano, corazón joven.

miércoles, 28 de marzo de 2018

Detalles que tocan el corazón


 El pasado domingo celebrábamos la festividad del domingo de Ramos. La primera de las tres procesiones la empecé en el pueblo de Siki, es una procesión larga, con mucha asistencia de gente y alegre. Este año faltaba alguien, era Eli. Eli es un gando que tuvo la polio de pequeño, de siempre ha ido arrastrándose, pero hace años que se mueve con un triciclo, pues los brazos los tenía válidos. Hace unos meses se le paralizó la parte izquierda del cuerpo, ¿la razón, un ictus, un derrame? No la sabemos exactamente. Pero esto le ha tenido postrado en la esterilla unos meses. Ahora hemos conseguido que vaya saliendo y que deje que le empujen su triciclo. Pero no se aleja mucho de casa, pues no controla los esfínteres por el momento. Al pasar la procesión de los ramos por delante de su casa nos acercamos a saludarle y darle un ramo. Eli lloraba emocionado, por un lado el dolor de no poder participar, por otro el que la comunidad no dejara pasar la oportunidad de acercarse a compartir con él la fiesta. Tocado por la emoción vi a Gabriel, a él siempre le han tenido que llevar a cuestas, o como ya os conté, ahora en silla de ruedas. El caso es que la procesión es larga, y ahí iba un crío de no más de ocho años, empujando al silla de Gabriel, con alegría y Gabriel con su silla llena de palmas, riendo y disfrutando. Ese niño “carga” con su hermano cada día, pero se le ve inmensamente feliz por poder hacerlo. Esta gente sí que entiende lo que es proclamar que Jesús es el Rey que entra en Jerusalén sin traicionarle después.

lunes, 19 de marzo de 2018

Sorpresas te da la vida


 El otro día me encontré con una agradable sorpresa. Estaba de camino, con la moto, para hacer la catequesis en un poblado gandó, Garu. Con la moto porque no había camino para el coche, y aquella población está en medio de la nada. Cuando al llegar a la altura del camino, donde antiguamente se estrechaba, me encuentro que han pasado las máquinas y han hecho un camino ancho por el que pueden pasar incluso los camiones. El motivo por el que han hecho dicho ensanchamiento es más cuestionable, pues probablemente lo han realizado para poder sacar el algodón más fácilmente. Sabiendo que el dueño de todas las fábricas de algodón es el actual presidente del país. Pero lo que sí puedo constatar es que el haber ampliado la vía, hace salir un poco del aislamiento a esta población, la mejora de las comunicaciones es siempre un avance importante. Como podéis ver en la foto, no es que hayan hecho una autopista, aunque para nosotros casi lo es. Muchos años de sufrir con la moto todos los compañeros que han estado yendo a esa catequesis, ahora, aunque llueva, podremos ir en coche, siempre es más seguro.

miércoles, 28 de febrero de 2018

35 años de peregrinación



El pasado fin de semana hemos estado en la treinta y cinco edición de la peregrinación al santuario de la Virgen de la Paz en Bembereke. Una vez más los chavales respondieron en masa para asistir, 1704 pagaron su cuota para comer. El número de gente que viene para disfrutar y compartir ese fin de semana es voluminoso. Carecen de comodidades, mal duermen, mal comen, pero disfrutan a la hora de rezar juntos y poder compartir su fe. Este año la peregrinación culminó con la ordenación de tres nuevos sacerdotes, por lo que la cifra de sacerdotes de la diócesis casi se ha duplicado, ya son siete trabajando en la distintas parroquias, todo un regalo, si tenemos en cuenta que cuando yo llegué hace algo más de siete años, sólo había uno. Uno de los momentos más fuertes de la peregrinación es el rezo del rosario el sábado por la tarde, yendo por la calles de la ciudad. Como no hay asfalto, la polvareda que se forma es descomunal y la verdad es que hasta cuesta respirar, pero eso nos le quita a la gente el ánimo para cantar y bailar durante las más de tres horas que dura dicha marcha. Este año hay una nueva ley que prohíbe a la gente ir en camiones apilados. Muchos no hicieron caso y vinieron en los camiones, pero muchísimos otros se desplazaron en motos, bicis o andando. Cuando se quiere se hace.

jueves, 22 de febrero de 2018

Matrimonios forzados



El otro día me llamaron para decirme que una chica de quince años, de una de nuestras comunidades, había sido dada en matrimonio forzado a un chico musulmán de otro pueblo. La familia no quiere que sea católica, por lo que decidieron dársela a ese chico, para que no continuase su relación con un chico de la comunidad. Por desgracia, esta práctica de matrimonios forzados sigue vigente por aquí, aunque por supuesto está absolutamente prohibida por ley. Siempre hay dinero por medio y una vez la familia de la chica lo ha recibido, normalmente ya no quieren devolverlo porque se lo han gastado.
En este caso la chica huyo de la casa, y el marido despechado convocó a la gendarmería a la familia del otro chico. Yo les dije que contaran la verdad y que dijeran que ellos no habían cogido a la chica porque era menor de edad, pero que los otros habían hecho el matrimonio forzado. Al final, el marido denunciante sigue en el calabozo y los otros han sido liberados, por supuesto pagando una cierta cantidad de dinero a los gendarmes, pues la corrupción sigue presente. Una lacra, la de estos matrimonios fruto de la ignorancia, con la que hay que acabar y que a través de la educación que hacemos en las comunidades ha disminuido bastante, pero todavía queda por hacer.

miércoles, 31 de enero de 2018

Poder servir

El otro día se averió el coche a unos cien kilómetros de la misión, tenía visitas y fue un momento incómodo. Llame a un compañero beninés que está a medio camino y sin pensárselo dos veces vino a recogernos y llevarnos hasta casa. Eran las cinco y media de la tarde cuando hice la llamada. Le tocó recorrer con su coche unos doscientos kilómetros por pistas para podernos hacer el favor, lo cual es de agradecer, y es precisamente lo del agradecimiento que quiero destacar. Le dimos bien de cenar para que pudiera llegar a su casa con la tripa llena. Como había estudiado en España, aprovechamos para darle alguna de nuestras viandas típicas y de las que se acuerda siempre con cariño, disfrutó de la cena. Cuando se iba, como es lógico, salí a acompañarle y agradecerle el servicio que nos había hecho, una vez más volví a quedar profundamente tocado por la sensibilidad de esta gente, cuando me dijo: “las gracias te las doy yo porque he podido hacerte este servicio”. Así que poco más pude decir, excepto volver a agradecerle su disponibilidad. Con que naturalidad me dijo esa frase, como si fuera algo normal. Cuando lo normal es que si hacemos un favor, nos den las gracias a nosotros y no al contrario. Toda una lección de sencillez y un regalo para meditar. Camille llegó a las once y media de la noche a su casa y al día siguiente venía el obispo a visitarle por la mañana.

jueves, 25 de enero de 2018

Gracias Gabriel

Este chico gando, de la comunidad de Siki, tiene pocos años, no pasará de los 12. Desde crío ha estado incapacitado físicamente. En su caso de pies y manos. Por lo que le han llevado en brazos de un sitio para otro desde que nació. El pasado mes de abril le dimos una silla de ruedas de las que nos habían llegado a la misión. Para él fue toda una alegría. Sigue dependiendo de alguien, alguno de sus hermanos o amigos, pero es más cómodo y más digno. Pues cuando le dejan, no tiene por qué estar tirado por el suelo continuamente. El caso es que el chico siempre ha sido alegre y sonriente, sólo habla su lengua que es el peulh. El otro día me dejó tocado, pues a la salida de la misa del miércoles por la tarde, me estaba esperando con un gallo. Me dijo que era para mi y me dio las gracias. Siete meses después de recibir la silla. El crío tiene unas pocas gallinas y pollos, que entiendo que su familia le ayuda a criar, y quiso agradecer el detalle que tuvimos con él. La verdad es que es emocionante ver que los más empobrecidos de la Tierra tienen un corazón generoso como pocos. De bien nacidos es el ser agradecidos, supongo que Gabriel lo tiene claro, y yo desde aquí le quiero dar las gracias por ese gesto tan humano y tan olvidado tantas veces.