lunes, 31 de diciembre de 2018

Ilusión



Cuando estamos a punto de clausurar este año, creo que debo hablar de la ilusión vivida en el día de ayer por la buena gente de aquí. Un contenedor llegaba al pueblo y era para la misión. No era para ellos directamente, pero saben que cuando algo llega para la misión, al final siempre les beneficia a ellos de una u otra manera. Al abrir el contenedor se formó el alborozo, sobre todo en los niños, había muchísimas bicicletas y ellos están deseosos de tener una. De hecho, dos monaguillos de Seeru, ya han reservado las suyas, pues les conté que venían y que si las necesitaban para ir al instituto, eran los primeros en tenerlas, pues hacen 5 kilómetros a pie, cuatro veces al día, con una fuerte subida y el calor que no nos abandona, para ir a clase.
 Pero la ilusión comenzó el año pasado, cuando un buen amigo me propuso enviar un contenedor con unos tractores, otro buen amigo se sumó y empezó a hacer campaña de recogida de bicis, muchos más amigos se sumaron para aportar distintas cosas y ayudar económicamente a poder hacer realidad este sueño. Por fin esa ilusión que tantos amigos de España han puesto para que se hiciese realidad, ha llegado a cumplirse.
 A mí me hace ilusión tener amigos en España como los que tengo y poder ver sonreír a esta gente con tan poca cosa, todos dispuestos echar una mano cuando hace falta. Que esta ilusión no nos falte el año que entra para todas las cosas que tengamos que realizar.

sábado, 22 de diciembre de 2018

¿Qué mundo construimos?

Hace poco nos han instalado en el pueblo la tecnología 4G, que es para comunicarse muy rápido con internet. Una noticia que en principio y sin más pensar debería alegrarnos. Todo avance está bien, ¿pero es eso lo que más necesitan los habitantes de Fo-Boure? No creo que eso sea la prioridad en este momento de esta población, aunque sea un objetivo del milenio que todo el mundo esté interconectado. Me da la sensación de que otros objetivos del milenio más básicos son infinitamente más prioritarios, pero no hay nadie detrás que gane dinero, sino todo lo contrario, quizá por eso no interesa. Seguimos sin cosas tan básicas como un médico, o una matrona en muchas ocasiones para atender los partos. Faltan medicamentos en la farmacia del dispensario con cierta frecuencia, e  incluso el enfermero. Los caminos siguen siendo impracticables, y sólo los arreglan un poco, y mal arreglo, para que los camiones puedan sacar el algodón del presidente. Los profesores y maestros siguen faltando con frecuencia. Los abusos están a la orden del día por parte de las distintas autoridades, y un largo etcétera que podríamos ir nombrando. Eso sí, harán campañas para que todo el mundo tenga un teléfono inteligente, aunque sea nigeriano y cueste mucho menos que en España, y la gente, sobre todo los jóvenes, gasten el dinero que no tienen para cosas básicas en tener whatsapp. ¿En qué dinámica estamos haciendo vivir a nuestro mundo? Pero la esperanza nunca se pierde, contra el poder y el dinero hay una buena noticia, que nos demuestra que eso no es lo que nos hace realmente felices. Rompiendo con las normas, hace más de dos mil años, Dios se hizo presente en la indigencia y la miseria de un pesebre, con la fragilidad de un niño pequeño, pero con todo la fuerza y poder que da al ser humano el verdadero amor. Desde aquí os deseamos una feliz Navidad.