El hijo pequeño de Yohana, catequista del que os hablé
en el último blog, se llamaba Abraham, tenía seis meses, y tenía que bautizarlo
esta Navidad. Pero murió una semana antes de su bautizo. ¿Por qué? Podríamos
decir que la ignorancia de sus padres, que no tienen dispensario médico en su
pueblo, que no cuidan bien a los niños, que cuando lo llevaron al médico ya era
muy tarde. El otro día celebrábamos la fiesta de los Santos Inocentes, niños
asesinados cruelmente por Herodes, hombre egoísta y que era capaz de hacer
semejante atrocidad para mantenerse en su puesto, como si fuera a ser eterno.
Ese personaje nos parece malvado y sanguinario, su egoísmo sobrepasa cualquier
comportamiento mínimamente humano. Cuando veo la muerte de muchos inocentes en
mi entorno, no puedo dejar de preguntarme ¿Cuál es la causa? Y la respuesta es
que el mundo está lleno de Herodes, gente egoísta, que conforman gobiernos egoístas,
donde lo importante es que nosotros vivamos, no bien, sino demasiado bien, sin importarnos
las consecuencias que de ello se deriva. Despilfarro, comida tirada en la
basura, aparatos y ropa que usamos una vez o ninguna, gastos y gastos que
no tienen sentido, pero nos “hacen sentir bien”. Si nos comportáramos de otra
manera, si nos mirásemos menos el ombligo, quizá muchos de esos inocentes no
tendrían su muerte asegurada a tan temprana edad. Si la muerte de todos estos
niños sirve para que un día nos demos cuenta de que el mundo tiene que cambiar,
pues bendita entrega de sus vidas, tal y como lo hicieron aquellos inocentes
para salvar la vida del Niño Dios. Feliz Navidad y que el año que viene haya
menos sufrimiento en el mundo.
sábado, 30 de diciembre de 2017
lunes, 18 de diciembre de 2017
Yohana
Nathalie, Yohana y Pascal |
El pasado día uno termino el curso de nueve
meses que los nuevos catequistas tienen que hacer en una población más al norte
de la nuestra. Entre los tres que este año enviamos de la parroquia, uno de
ellos era de la etnia gando, casado y con dos hijos, todavía joven. Normalmente
para ir al curso de formación deben saber escribir y leer baribá, Yohana (que
significa Juan) es de lengua peulh, por lo que su baribá era bastante
deficiente. Pero él estaba animado y asumimos el riesgo. La consecuencia es que
en el pequeño pueblo de Gamagui, por primera vez tienen un catequista bien
formado que no viene de fuera. La alegría de los pocos cristianos de ese pueblo
es enorme, están viviendo con ilusión renovada esta nueva etapa. Yo es la
primera vez que vivo esto en la misión, y eso que ya llevo un tiempo. Ahora
toca esperar para ver los frutos. Gente muy sencilla, pobres entre los pobres,
así es el pueblo de Gamagui. Pero ver ese pequeño grupo, que se reúne semanalmente
para rezar y compartir su fe, cuando todo el pueblo les mira con socarronería
por lo que hacen, es algo que realmente emociona. Sólo espero que sigan
fiándose de Dios y estén unidos, seguro que al igual que yo había visto
antes, vendrán un segundo, tercero y muchos más catequistas para esta comunidad.
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