Esta
Pascua hemos bautizado a 116 adultos. Entre ellos se encontraban tres peul, una
etnia nómada que se va asentando. Es complicado tener peul bautizados, pues su
religión es el islam y suelen ser polígamos. A mí me tocó bautizar a Marie
Claire, una joven que lleva unos años en casa de las monjas aprendiendo a ser
auxiliar de enfermería, una chica que tiene dificultades con el francés, pero
que es seria y muy competente en su trabajo. Tanto la hermana enfermera, como
la asociación de médicos franceses que apoyan el dispensario, están encantados
con el trabajo que realiza. El otro día fue a saludar a la familia para
comunicarles que se bautizaba, toda su familia es musulmana, a todos les
pareció normal, pues lleva unos cuantos años con las monjas, pero la abuela
preguntó cuándo volvería a casa para ayudarla. Parece que antes de llegar a
trabajar con las monjas se dedicaba a ser la sirvienta de la abuela. De hecho
ésta dijo que la necesitaba para que le limpiase la choza y le hiciese la
comida. Ese es el futuro de muchas jóvenes que no tienen acceso a estudiar o a
acceder a alguna formación, hasta que encuentran un marido. Con el marido
siguen siendo las sirvientas, pero con la alegría que le pueden dar hijos. Marie
Claire viene a diario a la celebración pues ha encontrado sentido a su vida y
libertad junto a Jesucristo. Todo un
honor haberla bautizado.
jueves, 31 de marzo de 2016
martes, 15 de marzo de 2016
Reciclar
El otro día cuando hacía deporte con la bici,
me encontré un grupo de mujeres que iban a pescar. Gran sorpresa para mí, pero
descubrí que en uno de los ríos que está seco, hay un par de zonas donde el
agua queda retenida y donde, según estas mujeres, hay peces. Allí iban con sus
redes artesanales a meterse dentro del agua y pescar. Yo estuve esperando un
buen rato para ver como lo hacían, pero tenían que esperar a que estuvieran
todas para poder comenzar, se juntan mujeres de tres pueblos en ese lugar, todo
está bien organizado. Durante la espera me fije que había redes hechas al
estilo tradicional. Pero que otras habían usado las mosquiteras, que se
distribuyen para protegerse durante la noche de las picaduras de los mosquitos,
para hacer sus redes de pesca. Espero que fueran mosquiteras que ya estaban
viejas, o quizá no. En cualquier caso esas mujeres habían decidido que era
mejor usarlas para encontrar algo de comer, que usarlas para protegerse ellas y
sus hijos de la malaria. Una cosa está clara y no podemos dudar, aquí lo del
reciclaje está muy asumido, casi nada se tira, pues todo tiene algún que otro
uso posterior. Normalmente lo que nos falta es reciclar nuestras ideas y
nuestra forma de pensar. Estamos en tiempo de cuaresma, buen tiempo para
reflexionar si cada uno debemos reciclarnos y mejorar nuestra relación con el
medio ambiente, con los demás y con Dios.
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