miércoles, 18 de abril de 2018

Nicolas


Los pasados lunes y martes celebramos nuestra salida de Pascua con los jóvenes, encuentro que hacemos yendo a alguna otra parroquia o población en bici, aunque cada vez menos jóvenes van en bici, aun se mantiene un nutrido grupo de participantes. ¿Qué cómo van los demás? En motos, este año un grupo de quince chicas a pie, en el coche de la misión. Cada uno como puede o quiere. Este año no era uno de los años más duros, pero entre ida y vuelta unos sesenta kilómetros. Cierto es que con el calor realmente se hace durilla la cosa. El caso es que este año no puedo decir que soy el más anciano que va en bici, pues Nicolas nos ha acompañado, y es un hombre realmente mayor, abuelo incluso, aunque aquí eso quiere decir poco, pues yo tengo edad de sobra para serlo.
Nicolas es el antiguo presidente de la comunidad de Sakaru, tiene costumbre de rodar en bici, pues cada domingo va al mercado de Siki, unos nueve kilómetros de distancia de su casa, para ver a los amigos y tomar algo con ellos. No es que sea ejemplo de santidad su vida, pero sí de fe fuerte y siempre animando a la comunidad. Este año le lancé el reto de acompañarnos, pues otros años nos había acompañado un tramo. Él recogió el guante y ha hecho toda la salida con nosotros, ha participado con los jóvenes en la reunión y, hasta que pinchó su bici cerca de casa, no se bajó de ella. Al final andaba un poco cansado, pero estaba feliz de haber podido disfrutar de la fiesta con los jóvenes. Cuerpo de anciano, corazón joven.