Playa de Cotonou |
Hemos estado seis días sin internet. Sí, cinco países de la zona sin internet porque un pesquero chino con sus redes de arrastre, que están en teoría prohibidas pues se cargan el fondo marino, ha cortado la fibra óptica que nos une con el resto del mundo. ¿Cómo puede ocurrir esto en el siglo XXI? Pues tan sencillo como que pagan a los encargados de vigilar que no pesquen a menos de una cierta distancia de la costa. Pero esta pregunta no me parece en realidad la importante. ¿Tan grave es estar sin internet? Os confieso que los dos primeros días me entró el síndrome de nuestra tierra, y me conectaba con la ilusión de que esto funcionase. Luego fui cayendo en la cuenta de que no pasaba nada, que mi vida continuaba igual de bien sin internet o quizá mejor, y que esto no era el fin del mundo. Nos hemos acostumbrado a demasiadas cosas superficiales. En esta era de la comunicación cada día nos comunicamos menos y mucha culpa de ello la tienen las nuevas tecnologías que nos aíslan de los demás. No quiero decir con esto que me parezca un mal invento internet, pero sí que debemos tener cuidado, el estar enganchados y olvidarnos de comunicarnos con los que nos rodean es algo grave. Nos habían anunciado la desconexión para un mes o dos, así que estamos de enhorabuena.