martes, 15 de septiembre de 2015

Conjugar tradición y modernidad


Ayer lunes tuvimos la fiesta en Kosia, al finalizar la celebración, como es normal, los jóvenes bailaban y cantaban, tocaban los tambores, y disfrutaban con sus tradiciones. Al lado de ellos había otro grupo que escuchaba música por los altavoces y también bailaba. Lo cierto es que todos se lo estaban pasando en grande, la alegría del día de fiesta se notaba en el ambiente. A lo mejor porque ese día no tuvieron que ir al campo a trabajar. Muchas veces centramos nuestros debates en si hay que seguir las tradiciones o dejar paso a la modernidad. Bien cierto es que dejar morir las tradiciones da pena, pero no dejar paso a nuevas tendencias también es un empobrecimiento. El caso es que ayer pude comprobar que lo importante es disfrutar con lo que se hace, saber conjugarlo y convivir en armonía. No veo que tengamos que buscar conflictos donde no los hay, eso sólo ocurre cuando se quiere imponer un gusto u opinión a los demás. Cuando existe la posibilidad de conjugar las cosas, el enriquecimiento para todos es incuestionable. A todo esto hay que añadir que las ancianas, mientras comían sentadicas en sus bancos, miraban con aire de satisfacción la escena en su conjunto. “¡Ay si nos hubieran dejado hacer a nosotras esto en nuestros tiempos!”