lunes, 30 de septiembre de 2013

¿Por qué no me quieren?

Hace un par de semanas fuimos a visitar a Bio, un crío de un año con hidrocefalia. El caso es que su madre, tercera esposa, había muerto hacía un mes. El padre no quiere al niño y nos lo quería dar. Fuimos con una madre que tiene un crío algo mayor y que también tiene hidrocefalia, y otra madre que tiene un crío con parálisis cerebral, acompañados de dos mayores de la comunidad y de las monjas. Todos le expusimos que debía querer al niño y quedárselo. El momento crucial fue cuando Chimen, el otro crío dijo, aquí está mi hermano pequeño, rápidamente lo identificó como de su familia. Fue un momento muy intenso, donde recorría por lo más profundo de nosotros una emoción especial. Chimen se hacía uno con Bio. La madre de Chimen pasó a contar que su hombre la había dejado por no deshacerse del crío, y que ahora que le veía hablar y caminar volvía a querer acercarse a ella. La cuestión ha acabado con el padre diciendo que no quiere al niño y que nos lo quiere dar, hemos puesto el asunto en manos de las autoridades para que todo se haga conforme a la ley y sobre todo para que no deje morir al niño. Esto que nos parece tan horrible es algo que se está haciendo palpable en todo el mundo. En cuanto los niños no son perfectos no nos importa deshacernos de ellos, da igual si están en el vientre de la madre, como si están fuera. Por suerte Bio tiene la oportunidad de encontrar alguien que le querrá y podrá seguir viviendo, aunque no sea con su familia. Pero siempre se preguntará ¿por qué no le quiso su padre?