sábado, 30 de julio de 2016

Reuniones de jóvenes

 Durante todo el año los jóvenes de las dos comunidades más grandes se han estado reuniendo cada viernes. Un viernes por separado cada uno en su pueblo, y el otro les llevo en coche y los junto a todos en uno de los dos pueblos. Ahora en tiempo de vacaciones escolares el número de participantes ha aumentado, pues todos los que están estudiando fuera, al estar en su casa ayudando a las labores del campo familiar, pueden asistir. Ayer estaríamos cerca de ochenta, no tantos como en Cracovia, pero no estuvo mal. Los jóvenes tienen ganas de comprender, de descubrir y de saber los por qué de las cosas. Viven intensamente cada pequeño detalle y todas las dificultades y alegrías de la vida. Aquí no es diferente, pero si son diferentes las vivencias y las maneras de afrontarlas. También se plantean de manera muy seria que cuando se equivocan, deben seguir lo que el Evangelio les dice, y viven con preocupación lo difícil que les resulta hacerlo. Ya les digo que seguir el Evangelio no es fácil, que hay que ser valientes y tomar opciones muy comprometidas. Que en su entorno no van a entender que actúen conforme a esos valores y que se van a reír de ellos. Pero eso no les amedranta. Aun así ser fieles en todo momento no es labor sencilla, y reconocen sus errores. La pregunta que me hicieron ayer es ¿cómo podían ayudar a los amigos que habían extraviado su camino? Pregunta que les pedí que reflexionaran entre ellos el próximo día.