lunes, 5 de enero de 2015

Manifestarse, una buena manera de comenzar

Ayer domingo celebrábamos la fiesta de la Epifanía en Fo-Bouré. En España lo haréis mañana día 6, igual que en muchas partes del mundo. Dios se manifiesta, sale a la calle, se reivindica y nos ilumina como una estrella para decirnos que hay una manera más sabia de vivir. Donde gente de todos los rincones del mundo pueden hacer las cosas en común, igual que los hicieron los magos de oriente. Que se puede vivir en paz y armonía. Para ello es importante tomarse un poco de tiempo y reflexionar sobre cómo vivimos. La buena gente de mi parroquia de origen rezó por esta misión para despedir el año y nosotros desde aquí rezamos por ellos. El primer día del año celebramos la misa a las ocho de la mañana, manifestando que el Mensajero de la Paz está presente en medio de este mundo donde parece que la violencia, el miedo y la injusticia prevalecen sobre los valores positivos. Ver que ayer terminaban la sesión de formación 355 chavales, de los que van al colegio, para seguir su catecumenado es una manifestación clara de que Dios sigue tocando el corazón de mucha gente que quiere cambiar el mundo desde los valores del Evangelio. Debemos quitar el miedo de nuestra vida, esto nos hace libres. Así lo demuestran la minoría de católicos en esta tierra, que manifiestan su fe sin pudor y con alegría.