sábado, 13 de abril de 2013

Esta mujer necesitaba bautizarse

En este tiempo de Pascua me gustaría compartir una cosa que me sucedió el domingo de resurrección en una comunidad Gando. La pascua es tiempo de bautismos de adultos, ya había celebrado otras dos eucaristías con sus correspondientes bautismos en otras dos comunidades, quedaba la tercera de la mañana. Por primera vez iba a bautizar en lengua fulfulde, cosa que estuve preparando con interés, la cuarta lengua en la que bautizo. Cuando llegué a la iglesia, el catequista me dice que una de las tres mujeres que debía bautizarse no podrá hacerlo, pues ha parido esta madrugada. Así que como es normal aquí, acordamos que no pasaba nada y que ya lo hará el año que viene.  Pero resulta que nada más empezar la celebración aparece una mujer con cara de cansancio y con otra chica que portaba un recién nacido. Miré al catequista y él hizo el gesto afirmativo, era ella. Lo cierto es que me emocioné. El dispensario está al lado de la iglesia, seguro que al oír los canticos de la misa de resurrección no dudó en venir. Sé de la fortaleza de la mujer por estas tierras, de la capacidad de sobreponerse a cualquier sufrimiento y al parto. Pero me dejó maravillado las ganas de bautizarse de esta chica joven. Realmente sentí que la resurrección de Jesús no es en vano, que hay mucha gente humilde que necesita a Dios en su vida.